Yeonjun dio una última calada y soltó el cigarrillo que se encontraba entre sus dedos sobre el cenicero colocado no muy sutilmente en la baranda del balcón de su apartamento. Fumar se había convertido en hábito hace ya tiempo atrás, aún podía recordar el momento exacto donde todo se le vino encima, sintió un escalofrío recorriendo su espalda y sacudió la cabeza. No es momento de revivir el pasado.
Comenzó a mirar el paisaje e inconscientemente, Yeori llego a su mente. Había visto de reojo las polaroids que se encontraban en la mesa el día que la conoció, había unas muy buenas y otras que mantuvieron a Yeonjun pensando por un buen rato, se preguntaba que tendría de especial el fotografiar algo tan simple y común como la ropa tendida en una casa o el cableado que cruzaba de una casa a otra, sin duda alguna, Yeori hacía que su mente se ocupara en algo más que solo él.
Se dirigió al interior de su apartamento, olvidando por completo el nuevo cigarrillo que había tomado de la cajetilla con la intención de fumarlo. Miro a su alrededor y no pudo sentirse en casa, tenía todos los básicos, sofás, una televisión, mesa de centro, comedor pero no cabía duda que un par de decoraciones vendrían bien. Suspirando, se acerco a la pila de cajas amontonadas una sobre otra sin cuidado alguno y comenzó a buscar algo con lo que hacer su apartamento un lugar más agradable, después de todo viviría ahí por un tiempo.
Removiendo cosas encontró una pequeña figurita de cerámica, era un ratón sosteniendo lo que parecía ser una fresa. Yeonjun sonrió recordando una vez más a Yeori.
Se convenció a sí mismo de que olvidaría aquel encuentro con Yeori, pero no había podido dejar de pensar en ella y en la forma en la que conversaron. Incluso los pequeños detalles, como la figura de cerámica entre sus dedos, llevaban su cabeza a pensar en la chica de cabello rizado. Había disfrutado de su compañía, incluso si habían estado en la misma mesa por unos minutos pues recibió una llamada de su amigo que vería ese mismo día.
Parecía que se conocían de toda la vida y, aunque el recelo de Yeori siempre estuvo presente por el incidente de su mesa, al momento que Yeonjun hizo una broma no pudo evitar reír intentando entender el humor tan extraño que el chico parecía encontrar fantástico. Aquellos chistes de papá quedarían en la mente de la chica por un largo tiempo.
Yeonjun sintió una calidez invadiendo su anatomía, tomo su chaqueta y salió del apartamento dando un portazo. Tengo que verla de nuevo, afirmó mientras cruzaba por el umbral del edificio.
Comenzó a caminar por la calle en silencio mientras dejaba que la música inundara su sistema, una canción boba y romántica comenzó a sonar, Yeonjun sonreía como tonto conforme avanzaba a su destino y no pudo evitar sentir un ligero cosquilleo mientras la melodía avanzaba. Se adentro en el establecimiento para ir a sentarse en la misma mesa de aquel día, pidió un café, igual de amargo que siempre, y unas galletas de chocolate. Acomodo todo en la mesa a modo que el centro quedara libre, dejo las servilletas y azúcar en un costado, inconscientemente esperando a que Yeori llegará con la cajita de polaroids entre sus brazos.
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[1] 𝐂𝐎𝐅𝐅𝐄𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐏 ࿏ Choi Yeonjun
Fanfiction𝐂𝐎𝐅𝐅𝐄𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐏 | A Yeori le gusta pasarse horas en el café Coffee O'Clock, en especial en la mesa del fondo, a Yeonjun parece gustarle también. Pero cuando ambos coinciden y ella debe aceptar que la mesa fue ocupada por el lindo chico de cab...