"los visitantes"

637 32 11
                                    


Capítulo 4:

                                                                       "los visitantes"

-creo que tienen razón, nosotros ya llevamos una semana aquí pero realmente nos conocimos recién hoy así que es justo que nos pongamos al día- reflexiono Lena- bien, entonces déjenme hablarles un poco de nosotros...

Nuestra historia comienza desde el día en que nacimos, en nuestra tierra todo el que nacía traía consigo su destino predicho por adelantado como ser el mejor cantante o el mejor guerrero, pero en nuestro caso no se sabía con exactitud lo que nos deparaba el futuro a excepción de algo que nunca pudimos entender en relación a los dioses, algo que también nos marco fue el que naciéramos exactamente al mismo momento lo cual jamás se había visto y por ello se declaró que teníamos que criarnos, vivir y hacer todo juntos , tuvimos una muy buena infancia con nuestros mejores amigos y todo mejoro cuando cumplimos la edad para empezar el entrenamiento militar ya que era cuando nos permitirían buscar nuestro propio dragón para poder hacerlo nuestro compañero, para poder lograrlo debíamos adentrarnos en lo más profundo de las montañas para poder conseguirlo, ya que los mejores dragones de por si eran creaturas solitarias y siempre estaban en los lugares más apartados pero para nuestra mala suerte el tiempo límite de búsqueda era un mes y a diferencia de Das y mía todos nuestros amigos consiguieron sus dragones y por ello al regresar a casa se nos obligó a entrenar más que a nadie para poder compensar nuestra falta de compañeros voladores. Los padres de Das eran los líderes del clan los "furias afiladas" y por ende terminamos uniéndonos y nos convertimos en los mejores guerreros que nuestro clan haya tenido en generaciones, nos destacábamos por encima de los demás con nuestro estilo de pelea de dos espadas cortas

-oooh, eso explica porque eres tan buena en batalla – interrumpe Astrid con una postura pensante

-se podría decir que si- agrego Lena

- pero esperen, acabas de decir que no pudieron conseguir sus dragones pero podemos ver claramente a Hel y a Ragnar – dice Hipo un tanto confundido mientras apuntaba a ambos dragones que se encontraban durmiendo junto a los demás

-de esa parte de la historia me encargo yo- dijo Das auto señalándose con el pulgar

Das;- como les había dicho Lena , ella y yo nos volvimos combatientes formidables y siempre salíamos victoriosos en batalla desde temprana edad claro que todo era gracias en gran parte a las buenas tácticas desarrolladas por parte del rey con los líderes de clan pero un día, se nos presentó un nuevo enemigo que no nos permitía avanzar en la conquista de una nueva tierra y entonces el rey al ver la dificultad del asunto entre manos pensó que su heredera podría demostrar su liderazgo y habilidad al mando y por ende le dio el control momentáneo de un clan y para mi... (se queda pensativo por unos segundos llamando la atención del resto) "nuestra" mala suerte escogió nuestro clan ya que siempre estábamos en la primera línea de ataque... lo cual solo termino en caos, muchos miembros murieron por las malas decisiones tomadas ese día, más de los que debían (todos pudieron ver como Das se lamentaba por dentro al decir lo último), y bueno, al volver a nuestro hogar y por cosas que sucedieron en el camino Lena y yo nos separamos, yo me fui por mi parte a las montañas para tratar de encontrarme conmigo mismo y a la ves Lena hiso lo mismo pero ambos ignorábamos el paradero de cada uno. Yo por mi parte llegue a un pequeño volcán en el cual encontré una cueva para mi suerte ya que ese día una fuerte tormenta estaba golpeando mi caminar y decidí adentrarme en ella para ver que podía encontrar, camine por un par de horas adentrándome cada vez más en las profundidades hasta que mi última antorcha se terminó pero en vez de quedar en total oscuridad pude ver a lo lejos una débil luz rojiza y decidí caminar hacia ella lo cual me llevo a un especie de domo, que era enorme lleno de cascadas de lava y en medio se podía decir que era el centro del volcán, estaba una gran laguna de lava que iluminaba casi todo, el calor era fuerte pero no insoportable así que decidí pasar la noche en ese lugar y me puse a preparar mis cosas, revise mis provisiones, aun me quedaba agua suficiente y unas pocas frutas, carne seca de yak, ah y un poco de pan, así que me dispuse a descansar hasta que de repente escuche caer una pequeña piedra a lo lejos pero no le tome importancia y de pronto sonó un gran rugido, ya lo había escuchado otras beses y claro era mi fiel amigo, mi estómago jajaja pidiendo a gritos que no me olvidara de él, ya que no lo había alimentado durante un par de días más que con agua y unas moras que encontré en el camino, me acerque a la lava y me puse a calentar un trozo de pan el cual dio un buen aroma y de pronto volví a escuchar un poco de movimiento no muy lejos de mí y vi pasar corriendo una pequeña rata y por ende no le di importancia. Ya después de comer me dedique a ponerme cómodo para entrar en un profundo sueño el cual de repente fue interrumpido, pude ver como una enorme sombra salía corriendo con mi bolso de provisiones, tome mis espadas y salí en su persecución, le lance una de mis espadas con intenciones de atravesarlo ya que nadie se mete con mi comida y sale ileso pero algo que no me esperaba sucedió y esa sombra recibió mi ataque haciendo rebotar mi espada, así que supe que debía ser más cauteloso, la sombra no me prestó atención así que la seguí con sigilo hasta que se detuvo en una zona que estaba bastante iluminada y lo pude ver, esa magnífica creatura que formaba parte de los antiguos mitos y leyendas que nos contaban los ancianos de la aldea, un furia nocturna negro con unas marcas de un intenso color rojo , solo me quede observándolo y veía que intentaba abrir mi bolso pero no lo conseguía, me llamo la atención que no usara sus dientes y simplemente lo rasgara, en vez de eso usaba sus patas delanteras como si fueran manos, yo solo lo observaba por detrás de unas rocas pero creo que me había cargado mucho sobre una de ellas ya que calló provocando un gran ruido y para mi mala suerte era justo la mas grande lo cual me dejo expuesto y ahí lo vi, mi corazón se detuvo, esos enorme ojos amarillos que brillaban en la oscuridad estaban puestos sobre mí, yo no supe cómo reaccionar, solo me quede inmóvil, el dragón me miraba pero no se movía, hacia pequeños ronroneos los cuales me llamaron la atención y de pronto este se para sobre sus patas traseras con mi bolso en las delanteras, y empieza a caminar hacia mi sentándose justo en frente como si de una persona se tratase, este me mira y extiende ambas manos para entregarme lo que me pertenece, lo tome sin dejar de mirarlo y este señala mi bolso con una de sus garras en señal de que lo habrá lo cual obedezco y saque una fruta y este dio un rugido como diciendo que no le gustaba, entonces saque mi cantimplora con agua y este me la quito de las manos y la bebió completa pero aun así me volvió a rugir, entonces saque la carne seca de yak y este volvió a rugir entonces solo me quedaba una opción, el pan, pero no lo saque de inmediato, y pensé, en los momentos en que escuche los ruidos mientras me preparaba mi comida, el primero fue cuando saque el pan del bolso y el segundo fue cuando... pues claro! Ya savia lo que el dragón quería, yo me aleje un poco sin apartar la mirada de él mientras me acerque a la lava, saque el pan y el dragón levanto su cabeza y enderezo sus orejas demostrando su interés en él, pero miraba con un rostro expectante como esperando a ver que hacía, entonces saque una de mis espada y le enterré el pan en la punta y me puse a calentarlo haciendo que su buen aroma floreciera, la creatura dio un suave ronroneo demostrando su aceptación, y cuando note que el alimento se había tostado lo suficiente para mantenerse caliente por un tiempo lo tome con mis manos y me acerque al dragón el cual dio un pequeño rugido de disgusto haciendo su cabeza hacia atrás pero con la mirada puesta en el pan, entonces yo agache la mirada demostrándole respeto y la creatura se calmó y extendió su garra tomando el pan rápidamente para olerlo lo cual por su mirada se notaba que le gustaba mucho y le dio una mordida disfrutando el sabor del pan, entonces me quede mirando y di un paso para atrás para no estorbarlo y unas pequeñas piedras que tope con los pies sonaron y el dragón me miro nuevamente , me miraba y miraba el pan y entonces se me acerco caminando en tres patas mientras que con la cuarta sostenía su alimento. No puedo negar que aún me sentía un poco tenso hasta que vi la acción del dragón, este tomo el pan con ambas garras delanteras y lo partió por la mitad dándome una de ellas, yo quede asombrado, una bestia que bien yo podría ser su cena estaba compartiendo su preciado alimento conmigo el cual acepte con gusto, él se sentó junto a mí y me hacía con una garra el gesto de que me sentara con él, yo accedí, luego me empezó a enseñar como tomar el pan con ambas manos, yo solo me limitaba a seguir todos los pasos que el dragón me enseñaba hasta que ambos comimos el cálido pan, entonces este se alejó de mi para calentar el suelo con su rayo de plasma que era de un rojo intenso que hacia doler un poco la vista y se acostó a dormir. Yo estaba maravillado por lo que acababa de vivir, fue una experiencia de lo más genial.

Sobreviviendo el Ragnarok  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora