Te esperaré. Te amo {en revisión}

Día de estudio

Nil está empezando a alejarse de nosotras. No para de hablar con una chica que entro hace poco a la clase de Aledis. Nos contó que su nombre es Sofi, es raro escuchar un nombre tan común.
Por el otro lado, es mejor para mí. Puedo estar a solas con Ale todo lo que quiera. En otras palabras, todo el tiempo. No hay recreo en el que no hablemos.
Me fascina estar con ella. Aunque mis notas han empeorado. Que bueno es tener una gran amiga, que se ofrezca a ayudarte.
Aledis es una de las mejores alumnas. Todos los profesores la adoran, mientras que amo solo me ignoran.
Hoy fue el primer día que la tuve de tutora. Explica realmente bien, mejor que cualquier profesor. Al menos pude aprender algo con ella.
Al principio tenía miedo de distraerme por su presencia. Pero ella mantuvo una perfecta distancia y explicó con calma. Era como otra persona.
Cada vez que respondía una de sus respuestas bien me acariciaba la cabeza. Siempre me gustó que lo hiciera. Alguna gente me ha llamado perro por eso. Pero si soy el perro de Aledis no me importa.
Cuando terminamos, dijo que se iría. Pero no fue así. Me abrazo como siempre. Sentí su peso caer en mis hombros. Se había quedado dormida. Hice mi mayor esfuerzo para acostarla en mi cama.
Se veía tan calmada, era como si no supiera que yo estaba allí. De repente agarro mi mano. Seguía dormida, pero me tiroteaba para que me acueste a su lado. Soy muy débil y si seguía así me quebraría la mano.
Me acosté, como fue de esperar me abrazo. Éramos como una niña abrazando a su peluche. Decidí que se quede a dormir, ya que no me molesta. Además quería estar con ella un poco más.
Le bese muy cerca de los labios. No sabía que hacía. Realmente no me entiendo, por qué será que la beso ahora. Lo único que cause era que mi corazón latiera fuertemente. Tanto como para despertarla. Ella no respondió, al menos eso creí.
De la nada sus manos me agarran y atraen hacia su cara. No pude evitar sonrojarme por la vergüenza. Me beso si temor alguno. Fue como el anterior pero duró más tiempo.
No pude corresponderle. Para cuando había reaccionado Ale me había soltado y vuelto a abrazarme. Seguía dormida, espero que no se acuerde de esto.