*Especial de Halloween"

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Aquí dejo un especial para aquellos que siguen este fic y agradezco a todos los que leen y votan, no se dan una idea de lo feliz que me hacen *-* Quiero comentar que estos últimos capítulos (Desde "Mi hermano" hasta "El Peligro de no Descansar Como Corresponde") corresponden a Diciembre, Enero y Febrero del quinto año de los gemelos, que transcurre en Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Este especial, por lo tanto, sucede en otoño, antes de "Mi Hermano". Entonces, dicho esto, los dejo con la historia n.n

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Por la mañana del 31 de octubre desperté antes de tiempo para pillar a Fred por sorpresa mientras dormía, pero sucedió lo contrario: él ya estaba despierto. Le expresé mis quejas sobre ello en susurros, dado que los demás roncaban. Entonces mi hermano se echó cómicamente en la cama, boca arriba, con los brazos abiertos y los ojos cerrados;

"-Estoy dormido- dijo. –Haz como gustes."

Ahogué una risa bastante sonora con el puño de mi mano. Miré a mí alrededor, no estaba seguro sabiendo que alguien podía oír y mucho peor, ver.

-¿Y?- cuestionó Fred, con una sonrisa. A él poco parecía importarle.

Me subí a sus piernas y con el cuerpo paralelo al suyo, apoyado sobre los codos, lo besé. Tenía un aliento rancio, cosa que no me estorbó en absoluto. Fred bajo las manos hasta mis caderas, luego a los glúteos, acariciándome sin cesar, metiendo mano bajo el pijama. Nos sentamos en la cama, aún en esa posición. Me excitaba.

El beso se profundizó, y lo sostuvimos hasta que flanqueó el aire de nuestros pulmones y nos separamos, para luego continuar. Un escalofrío que me hizo recuperar la conciencia me recorrió la espalda cuando sentí sus dedos dentro de mí; ahogué un gemido en la cúspide del beso, pero le puse las manos sobre el pecho y aparté.

-Fred- lo detuve. No entendí por qué ya que jamás sucedió, pero me dio pena mirarlo a los ojos. Sabía que estaba rojo; la sangre me hervía en el cuerpo.

Él entendió. Me senté a su lado, luego bostezó.

-Perdón- le dije.

-No es nada- replicó, aun sabiendo yo que le había bajado la "emoción".

Nos cambiamos la ropa sin decir una palabra, y en tanto acomodaba la corbata del uniforme de Hogwarts, noté como el viento silbaba en el vidrio del ventanal entre nuestras camas. Me acerqué. El cielo era ligeramente gris, con un sol opaco que se ocultaba de tanto en tanto tras las nubes. El césped verde, así como el pistacho, aburría a la vista, al igual que la madera en los árboles, los adoquines en la estructura del castillo, el lago distante de agua transparente, y el bosque prohibido, más oscuro que nunca. No existían días más pálidos que los de otoño.

Las hojas de los árboles destacaban amarillentas, oscurecidas de marrón en el extremo trasero y resplandecientes de dorados en el delantero. Estas peligraban de ser arrancadas de sus ramas por el viento que soplaba arrasante.

Sin embargo, las calabazas apagadas se disponían en todos lados. El clima de Halloween se iba atenuando poco a poco a través del transcurso del día.

Bajamos a la sala común, solo entonces Fred me dirigió la palabra otra vez, para hablar sobre algún chiste malo. Noté que por el rabillo del ojo veía a Amanda Antrim, una chica que cursaba nuestro año, ya despierta con unas amigas, estudiando. Tenía el rostro redondo, cabello rubio y ojos avellana, y vivía riendo de todo lo que decíamos de estar cerca al igual que su grupo, por eso descubrí la intención de mi hermano.

Me produzco un asco enorme. De repente, lo que iba de mañana se tornó despreciable. Fred siguió insistiendo en sus chistes a medio hacer para que yo lo completara, pero enfurruñado me senté cerca del fuego encendido y no le dirigí una palabra.

Fred y George - Los Gemelos WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora