.
.
.
Capítulo 3. Luego del caos
Wayne lee el periódico como cada mañana. Un hombre con la mayor tecnología continuaba leyendo el periódico matutino.
Hábitos eran hábitos.
Alfred sirve el desayuno mientras Bruce termina su café y entonces llega a la tan espectacular página central. Frunce el ceño tanto que Alfred teme que esté sufriendo alguna clase de embolia.
—Amo Bruce—llama, con cierta preocupación.
—Voy a matarlo...
El moreno se ha levantado sin probar bocado, haciendo que el mayor suelte un suspiro rendido. Niega un poco mientras coloca la tapa sobre los alimentos para luego ir en busca del menor de los habitantes de la casa.
A Bruce no le haría gracia saber que es su hijo quien comerá sus panqueques, debe admitir, pero es su culpa.
A Richard tampoco parece importarle demasiado, puesto que es una buena oportunidad de comer los deliciosos panqueques de Alfred.
Clark está terminando de desayunar cuando escucha el inconfundible sonido de la alarma. No duda ni un segundo en dejar lo que hace de lado antes de salir volando, literalmente, del departamento con dirección a Gotham.
Desde la bati-cueva, Bruce observa las noticias matutinas con una taza de café negro en la mano. Gruñe algo incomprensible mientras teclea algo, tratando de ignorar el pitido de la alarma para que, segundos después, Superman entre al sitio visiblemente a la defensiva.
Wayne le da el tiempo necesario para notar que, en realidad, todo está perfectamente en orden. Nota la mirada taladrando en su nunca, solo le ignora mientras toma un sorbo de café.
— ¿Bruce?—llama, como pidiendo una explicación al llamado.
Mira la pantalla, y casi siente que palidece. Vale, ha captado el mensaje claramente.
—Puedo explicarlo—dice Clark finalmente, luego de un rato en silencio, el otro niega.
—Creo que puedo entenderlo por mí mismo… Pero, ¿era realmente necesario, Kal-El?
Superman muerde su labio inferior, mira a otra dirección y finalmente suspira.
—Lois no quería dejarme tranquilo—trata de excusarse.
Y es verdad.
Desde la publicación sobre su relación la periodista no había dejado de cuestionar al hombre sobre la identidad del murciélago.
“—No soy el amor de tu vida, me ha quedado perfectamente claro, pero sigo siendo tu amiga, ¿cierto? ¡Solo dime su nombre!”
Clark siente escalofríos solo de recordar el momento en que, como Superman, se atrevió a negarle la exclusiva a la pelirroja.
—No puedes vivir cumpliendo cada capricho de Lane—suelta Bruce, dándole la espalda.
—No tenía otra opción…
—Pudiste hablar conmigo antes.
Entonces algo hace clic en Sups, y mira a su novio como si fuese, en realidad, la primera vez que puede verlo.
—Oh por Krypton… Estás celoso.
Bruce le mira con mala cara.
— ¡Eso es! ¿Cierto? El por qué estás tan molesto…
La revelación ha causado tanto impacto en el hombre de acero que siente su pulso acelerarse, deja de oír por algo más por unos segundos mientras corta la distancia hasta quedar cara a cara con el otro. Levitando unos centímetros sobre el suelo.
Batman rueda los ojos.
La risa del otro realmente le gusta, no cree poder seguir molesto por más tiempo. Pero, por supuesto, tiene un orgullo que mantener.
—No tiene nada que ver con eso—responde, seguro.
Incluso él se sorprende se su voz entonces, y alza una ceja para sí mientras Clark le mira sin creer ni una palabra.
Se levanta, alejando al otro mientras lo hace.
—Estás mintiendo
— ¿Lo estoy?
Sabe que su cuerpo está de su lado. Confía en su temple. Incluso cuando su cerebro le asegura que está temblando sabe que, definitivamente, la máscara sigue ahí.
Y Clark lo sabe también.
Una mirada basta para corroborarlo.
—Solo deberías admitirlo, ¿sabes?—comenta, colocándose a un lado de él mientras sube las escaleras que lo regresará a la Mansión—Odias cuando paso tiempo con otras personas…
—Eres un maldito reportero, Clark, no hay nada que pueda hacer para evitarlo…
—No hablaba de mí siendo reportero.
Bruce detiene sus pasos, sintiéndose descubierto.
A su lado, Superman continúa levitando con una sonrisa en el rostro. Corta la distancia hasta dejar un beso en sus labios.
—Está bien. Yo también te amo.
El ver como aquel hombre se ha sonrojado lo vale. Incluido el golpe que le ha dado, desestabilizándolo y mandándolo a caer directo al suelo. A Clark no le importa demasiado, esa sonrisa que adorna el rostro de Bruce…
— ¿Has desayunado?—cuestiona desde arriba el moreno, Clark niega mientras se levanta—Bien… Le diré a Alfred que agregue otro plato… Ve a cambiarte.
Superman no tarda en obedecer, pero, solo por gusto, mira en dirección al comedor mientras cambia su ropa. La visión de rayos X le muestra una imagen que queda grabada como bello recuerdo.
¿Cuántas veces tiene uno la oportunidad de ver a Bruce Wayne haciendo semejante berrinche?
— ¡Pero eran mis panqueques!—escucha vociferar, y ríe para sí mismo cuando distingue la voz de Alfred.
—El joven Richard tenía hambre, y ha sido usted quien ha ordenado que nunca se desperdicie el alimento…
En dirección opuesta, distingue la silueta de Dick tomando el primer vehículo que puede para dejar la mansión, al menos hasta la cena, presiente.
Comer los panqueques que Alfred ha preparado para el señor de la casa es un pecado que todos han cometido, por lo que saben ya el protocolo a seguir.
—Corre mientras puedas—murmura para sí Clark, dejando el traje en el armario.
Sospecha que serán horas apenas, pero planea disfrutar de la compañía de Bruce Wayne.
ESTÁS LEYENDO
Público {DC}
FanfictionPor un error por parte de el novato de la Liga la relación entre los héroes Batman y Superman se hace de conocimiento público. Sutiles cambios irán apareciendo en su relación a medida que Bruce Wayne y Clark Kent se adaptan al hecho de que, oficialm...