3

13 1 0
                                    

– ¿¡Pero de qué mierda hablás!? –María se incorporó del sillón como si no quedasen restos del agotamiento que hacía instantes arrastraba– Yo no estoy loca. Vos apareciste de la nada y empezaste a decirme boludeces.

– Yo no te digo boludeces, te digo la verdad.

María decidió callar y respirar profundo para calmarse. Casi sin darse cuenta, había empezado a gritar.

Después de una pausa, María preguntó:

– Solo quiero que me respondas algo...

– Decime.

– ¿Por qué volviste?

¿Con quién hablas?Where stories live. Discover now