Un final feliz para el ser más ruín

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Jafar sonrió, de alguna manera sabiendo que esa sería su respuesta.

- ¿Y tú? La nueva y mejorada Jasmín, ¿qué dices al matrimonio?

Le ofreció de nuevo la corona. Jasmín se arrodilló y levantó cuidadosamente la corona del poder de Jafar, tratándola como la cosa más valiosa del mundo.

-Acepto de buena gana, y me someto a su gobierno y a ser su mujer, mi sultán.

Jasmín colocó la corona sobre su cabeza, dejándola sentarse cómodamente en su cabello.

Entonces se sintió más de la magia de Jafar, y ésta hizo que el ornamento se adheriese a su cabeza como si fuera una parte de su cuerpo.

-Debo decir que me parece una pena que la antigua Jasmín nunca se diera cuenta de lo increíblemente guapo que eres- Dijo la nueva reina pausadamente y con voz suave.

Jafar sonrió aún más por su constante alabanza.

- Sí, realmente fue una tonta, ¿no crees?-  comentó.

Agarró a Jasmín súbitamente por los brazos y la empujó bruscamente delante de él, por lo cual ella cayó al suelo. Aún así, la joven todavía conservaba su sonrisa dichosa, a pesar del dolor que sentía en sus brazos por la aspereza de Jafar.

-Ahora, gatita- susurró el hombre, ganándose una sonrisa tímida y un ligero cabeceo por parte de Jasmín.-  Cuéntame más sobre ... ¡yo mismo!- Jasmín sabía exactamente por qué Jafar la había empujado delante de él, y empezó a hacer lo que él deseaba de ella y gateó hasta su ahora marido, sentado poderosamente en el trono.

- Eres un hombre alto,- subió hasta el regazo de su amo y lentamente comenzó a colocar sus brazos alrededor de los hombros- apuesto,- se sentó encima de sus piernas a medida que hundía más sus brazos tras su espalda- un tipo tan seductor...- Apretó su cuerpo contra el suyo, aplastando sus senos contra su pecho. - Eres el mejor...

- ¡Sigue!- susurró Jafar con lujuria.

-Y tu barba así, tan retorcida- Jasmín acarició suavemente su barba con los dedos. - ¡Me has robado el corazón!- le dijo colocando sus dedos entre sus pechos, como si estuviera sacando algo. Volvieron sin nada, pero la idea seguía siendo tentadora para Jafar. Ella le ofreció los dedos a los labios y los besó. Su brazo volvió a sus hombros después.

-¿Y qué me dices de la rata callejera? -preguntó Jafar, con su cálido aliento soplando en la cara de Jasmín, algo que hizo que su sonrisa fuera más amplia.

-¿Qué rata callejera? -preguntó la chica mientras colocaba su frente contra la de Jafar, con sus labios devastadoramente cerca ahora.

Con unos pocos movimientos finales, Jasmín besó a Jafar con la pasión de una amante que esperaba a su amado desde hacía mucho tiempo

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Con unos pocos movimientos finales, Jasmín besó a Jafar con la pasión de una amante que esperaba a su amado desde hacía mucho tiempo. Fue sensacional para los sentidos de ambos.
Mientras se separaban, ambos se miraban deseosamente el uno al otro.

-Ha sido delicioso, querida Jasmín.

-Entonces esto será para morir.

Jasmín lo volvió a besar de nuevo con aún más ferocidad que antes, como la de un depredador hambriento.

Jafar dio la bienvenida a esta nueva pasión y la devolvió, pasando sus manos por su cuerpo de arriba abajo, y permaneció un buen rato en su trasero, dándole una palmada dominante. Oh, cómo estaba disfrutando de esto...

Se separaron de nuevo cuando Jasmín parecía estar a punto de desmayarse por la exaltación. Olió la respiración de Jafar. Con un suspiro dichoso, lo miró fijamente a los ojos y le susurró:

-Te amo, Jafar.

Jafar le devolvió la sonrisa.

- Y mi lujuria siempre será para ti,  mi reina.

A Jasmin no le importaba si la amaba o no. Sólo sabía que ella sí lo amaba a él, con toda su mente, corazón y alma. Viviría su vida para complacerlo; su placer era su vida.

Mientras, en el fondo de su mente pedía ayuda quien era su verdadero ser, condenada a no ser escuchada jamás.

Pero a Jafar, poco le importaba eso. 

Le impacientaba descubrir cuál sería su tercer deseo.

Fin.

El final feliz de JafarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora