¿Beatlemanía? ¿Qué Es Eso?

Fin

Los Beatles habían pasado por muchas cosas ya. Desde tener que aceptar que la mascota que adoptaron por unos minutos tenía dueño, a que Roxana aún seguía un poco traumatizada después de que le dijeron que tenía cáncer de hígado. Aunque le explicaron cientos de veces después, que solo había sido un error del médico que la atendió, no podía olvidarlo. De alguna manera, todas sus hormonas femeninas estaban tomando posesión de sus sentimientos y su lado racional era incapaz de contrarrestar la situación.

-Ya no te pongas así. Sigues viva -le decía Paula- Además deberías estar agradecida. Yon... Digo, María Juana te compró flores, y déjame decirte que las eligió ella misma con toda la preocupación del mundo.

-¿En serio? -Roxana dirigió su mirada hacia María Juana con emoción. A pesar de todo el bullyingo, esto significaba que igual seguían teniendo una buena amistad.

En cambio, María Juana lanzó una mirada totalmente asesina sobre Paula, una mirada tan espeluznante que cuando Georgina vio la escena, sintió un frío recorrer su espalda.

-S-sí -respondió María Juana, quién ya estaba pensando en como vengarse de su mejor amigo(a). ¿Como se le ocurría a Paula hacerle admitir algo tan vergonzoso para ella? Definitivamente haría algo, aunque se alegra de que ahora Roxana esté más feliz.

El día transcurrió sin mayores complicaciones, pero llegó el momento en que todas debían volver al lugar en donde habían aparecido. Y lo habrían hecho, de no ser porque no tenían idea de donde se encontraban, así que le pidieron a Mario que las llevara a su casa, que al parecer, era donde también vivía María Juana.

Al llegar a la casa, divisaron la luz tenue de una lámpara a través de uno de los cristales de la ventana. Quizá Shocko ya estaba haciendo alguno de sus rituales satánicos y había invocado una criatura malévola. O quizá hacía algo mucho peor, como por ejemplo, quedar más fea. Kien save.

Pero al entrar no encontraron rastros de Shocko. "Seguro que ya se fue a exhibir a la exposición de fenómenos" pensó María Juana y se comenzó a reír sola imaginando la jaula encantada en la que se encontraría supuestamente. Pero dejó de reírse abruptamente cuando se percató de que todos ahí la miraban con intriga.

-Ten, lo necesitas más que yo -Georgina le extendió la mano con un pedazo de sándwich que se había robado en el camino- La falta de carbohidratos puede afectar tu cerebro.

Inmediatamente todos comenzaron a reír, excepto Georgina, que hablaba en serio, y por supuesto, María Juana, a quién la dominaba la indignación.

-No lo quiero -y con un gesto de divasa, se dio la vuelta y se quedó ahí, sin saber que hacer. Después de unos segundos decidió explorar un poco mas la casa, así que entró al primer cuarto que vio para ver que tal.

Los demás por su parte, hicieron lo mismo, aunque al final todos terminaron yendo a la habitación en que había despertado María Juana. Y como no, todos estaban muy interesados en ver lo que se escondía allí.

-¡Mira! ¡Una vieja! -Georgina apuntó con la mano hacia la pared. Paula se acercó a un póster.

-Espera, dice mi nombre -Paula miró con los ojos entrecerrados- ¡Por la madre de la patata! ¡Soy yo! -con una mano en el pecho- ¡No! Mi juventud...

Roxana comenzó a reír.

-Al menos yo sigo manteniendo el estilo -y apuntó a la imagen en donde aparecía el mismo, pero con gafas y más viejo.

Y así siguieron husmeando las diferentes cosas que encontraban de ellos mismos por todo el lugar. Era inevitable querer saber sobre su futuro, la curiosidad predominaba por sobre cualquier enseñanza sobre "la propiedad privada" en ese momento.