Fénix: El Inició Del Sueño

Capítulo 11: Akuriko un nuevo poder

-No pensaba que desarrollarías tú poder tan rápido, veo que estas empezando a controlar el poder que tienes- confesó Guruk mientras ambos caminaban hacía el pueblo de Rudbel atravesando el bosque de la niebla.

-En un momento pensé que interrumpirías la pelea- le confesó Kevin

-Pues te dije que hicieras lo que quisieras no- respondió Guruk ante aquél comentario-. Por cierto ahora que veo que puedes controlar de una mejor manera el Supureido, quisiera enseñarte otra técnica llamada Akuriko te la enseñaría pero ya sabes que no poseo poderes para el control de el agua así que te toca a ti aprenderlo pero yo te enseñare la técnica para poder realizarlo - le explicó Guruk a Kevin deteniéndose un momento para que Guruk pudiera explicarle.

-Entonces dime como empezar y lo haré- dijo sin más Kevin

-Este conjuro es algo complicado de lograr pero no imposible, cuando usas el Akurga y el Supureido liberas energía en forma de una corriente de agua pero en este caso tendrás que mantener esa agua en tus manos para que puedas ir liberando cuchillas de agua en forma de media luna, además de mantener el agua en tus manos deberás hacer que cada cuchilla tenga un filo lo suficientemente afilado como para rebanar un árbol sin muchos problemas de acuerdo?- le explicó aún más detalladamente Guruk.

-Entonces debo empezar por el acumular agua mis manos- afirmó Kevin después de escuchar a Guruk

-Así es, pero en tu caso no creo que dures mucho en aprender hacerlo así que adelante "espero que con esto se mantenga entretenido un rato y se le quite ese mal genio aunque lo dudo"- pensó Guruk viendo como Kevin se ponía a practicar de una vez lo que le había dicho Guruk y así se fueron por lo menos 4 horas hasta llegar a medio día cuando pararon para descansar y después continuaron con su viaje y Kevin continuó practicando mientras Guruk tocaba un pequeño violín tocando una melodía algo melancólica mientras caminaba parecía como si Guruk se hubiera acostumbrado a a caminar y tocar al mismo tiempo.

Pasaron varias horas hasta que pudieron salir de aquél bosque y encontraron un camino que los llevaría directamente hasta Rudbel. Cuando estaba empezando ha anochecer Kevin y Guruk llegaron a ese pueblo que no era para nada pequeño todo lo contrario era bastante grande y extenso iluminado por todos lados por farolas flotantes y gente que caminaba en multitudes, era un pueblo bastante viejo sus calles eran de ladrillos y sus casas eran de madera refinada y bien pulida gozaba de varías tiendas de todo tipo y también se encontraban bastantes animales jugando con los niños que se encontraban jugando fuera de sus casas.

-Vamos a esa posada- dijo señalando Guruk una pequeña casa que se encontraba en un poco mal estado, algo deteriorada. Kevin no hizo más que ver con desagrado aquél lugar pero que al entrar de dio cuenta de que era muy diferente a como se veía por fuera, era toda lujosa y espaciosa con muchos muebles y un lindo candelabro que colgaba del techo no asemejaba para nada lo que asemejaba por fuera.

-Tanto tiempo Don Seiriak, casi 20 años sin vernos no?- dijo Guruk saludando al recepcionista. Era un hombre ya bastante mayor de por lo menos unos 64 años, tenía panza hasta para repartir y tenía una barba que le podía llegar hasta el pecho con canasta por doquier, su rostro serio era imponente.

-Jaja Pero miren quién está aquí ni más ni menos que Guruk el antiguo guardián de Valtazar, hoy en día el único honorable que queda de ese grupillo-  saludó Seiriak riendo como solo él podría hacerlo, aquel rostro atemorrizante se fue y solo dejó ver ah alguien muy alegre.

-No digas eso, es cierto que muchos perdieron el camino pero eso no los convierte en malas personas- le contestó Guruk dándole una palmada en la espalda.

-¿Y ese quién es?- preguntó Seiriak volteando a ver por un costado y un rostro que reflejaba duda-. ¿Acaso es tu hijo?.

-Que va, mi destino no es tener hijos y lo sabes, el es Kevin mi aprendiz - rectificó Guruk ante aquellas preguntas lanzadas por Seiriak.