Juego de hermanos, juego de villanos.

Piscina y amigos

-Vamos, para que están los hermanos.- Y sin decir nada más llegó hasta la cama y se acostó a mi lado.

Tenía a Santino al lado solo vestido con el chándal, estábamos bastante juntos ya que la cama era para una sola persona y me sentía bastante nerviosa, ya se, es mi hermano pero un hermano al que no veía hace 7 años y estaba buenísimo, mierda Olivia ¿Qué estás pensando? Me concentré a dormir cuando un trueno fuertísimo resonó e inconscientemente me di vuelta hacia mi hermano y lo abracé.

-¡Ah! – Dijo el sobresaltado por la repentina reacción y porque quizás se estaba medio dormido también, pero correspondió a mi abrazo y empezó a acariciarme el brazo, lo que me ponía la carne de pollo – ¿Quién hubiera dicho que mi pequeña hermana, la que me soltó un discurso echando humos en cuanto me vio, en realidad era el León Cobarde del Mago de Oz?

-Cállate imbécil – Le dije ofendida mientras intentaba deshacer el abrazo, pero él no me lo permitía.

-No seas enojona – Se burló abrazándome más fuerte.

-No lo soy, Sonny.- Dije para picarlo, Sonny era el apodo que le puso mi padre cuando era pequeño y siempre lo odió.

-No me digas Sonny, Olivia Olivo.

-¡No me digas Olivia Olivo!

-¿Dónde está la espinaca para tu novio Popeye? ¿Eh? – Seguía molestando.

-Pues la dejé en casa, junto con Popeye. – Dije siguiéndole el juego.

-Espérate – Volteó hacia mí y quedamos cara a cara - ¿Tienes novio? – Me dijo muy serio y aunque no podía ver su cara en la oscuridad me la imaginaba.

-¿Qué? – No entendía a qué venia su pregunta

-Dijiste que dejaste la espinaca junto con tu novio en el pueblo.

-Ah, si… pero solo bromeaba, no tengo novio Sonny. – Dije bostezando

-¡Basta de Sonny! Mejor duérmete, que has tenido mucho viaje pequeña Popeye.

-Cállate y déjame dormir entonces.

Santino:

Me desperté acalorado y me moví un poco, cuando me espabilé vi que tenía el cuerpo de mi hermana todo enroscado por mí, no pude evitar detenerme a mirarla, su camiseta se le había subido y dejaba ver su panza chata y su short poco cubría sus largas piernas, ¿Pero qué…? ¿Estaba mirando de esa manera el cuerpo de mi hermana? Me levanté enfadado conmigo mismo y fui al baño.

Decidí prepararle a Oli el desayuno, ya que tenía que seguir compensando que ayer me había olvidado de ir a recogerla. Yo casi nunca desayunaba bien por el trabajo y hoy era una buena oportunidad. Mientras “cocinaba” seguía reprendiéndome a mí mismo por mirar casi lascivamente a mi hermanita, incluso ayer, cuando dijo algo relacionado a un novio me sorprendí a mí mismo molesto, yo nunca pensé que fuera a ser un hermano celoso.

-Buen día.- Me saludó Olivia y cuando me doy vuelta estaba parada frente a mí – ¿Otra de tus especialidades? – Dice riendo mientras mira los huevos que he hecho.

-Ya vez, estoy hecho todo un chef, siéntate que te sirvo.

Oli se sentó en el desayunador, donde yo comía regularmente, aún tenía puesto el pijama y se estaba alzando el pelo en un moño todo deshecho, estaba monísima.

 **

-¿Qué quieres hacer hoy? – Le pregunté cuando estábamos terminando de desayunar.

-Pues… sigue lloviendo, ¿Qué haces cuando llueve?