Era lunes y a pesar de que mi hermano estaba de vacaciones, un cliente extranjero le había llamado para algo urgente y que no podía rechazar, por lo que había ido a la oficina solo hoy, me dijo que llegaría tarde y que no lo esperara para cenar. Aunque me cueste trabajo admitirlo fue una desilusión para mí.
Rondaban las 20:00 hs y estaba mirando T.V. cuando decidí que no iba a quedarme encerrada en el apartamento, no conocía a nadie salvo a los amigos de mi hermano a quien no iba a acudir ¿pero quién necesita a alguien? Podía solo merodear por las calles cercanas para conocer la ciudad, por lo que sabía este era un barrio de la élite muy seguro.
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Cuando estaba esperando el elevador oigo una voz detrás de mí.
-¡Oye!
Me volteé y vi a una chica de unos 19 años a unos pasos de mí, era delgadísima, alta, y a pesar de no tener muchas curvas sus piernas largas, su bronceado y su melena azabache la hacían muy llamativa.
-¿Te puedo ayudar en algo? – Le dije confundida.
-¿Siempre eres tan formal? – Dijo la muchacha riendo, cuando se acercó más pude ver que tenía una cara muy bonita. – Me llamo Annie ¿y tú?
-Olivia
-¿Y qué? ¿Eres una de las chicas de Santi? – Preguntó traviesa, eso no me causó gracia.
-¿Chicas de Santi? – Levanté una ceja. – No, resulta ser que soy su hermana.
-¡Ah! Lo siento, no debe ser muy agradable escuchar eso sobre tu hermano.-Se disculpó
-¿Tu lo eres?
-¿Una de sus chicas? Oh no, tu hermano y yo no nos llevamos tan bien, creo que soy más una chica Alex o… eso era. – Su sonrisa se hizo triste, me sorprendió lo que dijo, se ve que conocía bien a mi hermano y sus amigos – Oye Oli, tengo una fiesta esta noche – Continuó cambiando radicalmente su humor, alerta muchacha bipolar-. ¿Crees que Santino se molestará si te llevo conmigo?
-No, no lo creo – Me gustaba esta alocada chica y me gustaba la idea de ir de fiesta con ella, parecía muy divertida – Le dejaré una nota en casa – No quería correr el riesgo de mandarle un whatsapp y que no me dejara salir, al fin de cuentas era menor de edad y estaba a su cargo.
-Genial, vente a preparar a mi departamento, es una fiesta de disfraces – Aclaró.
-Mierda, hubieras empezado por ahí, claramente no tengo un disfraz para esta noche y no creo que me dé tiempo de conseguir uno.
-Oh cariño, no te preocupes, soy la reina de las fiestas de disfraces, he ido a un montón, te presto uno de los que he usado y ya está.
-¿De verdad lo harías? – Los ojos se me iluminaron, en serio quería ir a esa fiesta con ella.
-Por supuesto, te espero en casa dentro de un par de horas.
Entré a la casa, me bañé y me puse crema en todo el cuerpo, era algo así como un ritual para mí antes de salir, aunque no había ido a muchas fiestas, ya que en mí pueblo la mayoría de las fiestas “de verdad” los organizaban las universitarias y estaba totalmente prohibido la entrada de menores, y mucho menos si eran chicas que podían hacerles competencia, así que solo había asistido a las que habían hecho algunos chicos que conocía mi amiga Beth. Cuando estuve lista preparé unos sándwiches de los cuales comí solo medio y los demás se los iba a dejar a mi hermano junto con la nota que acababa de escribir, decía algo como “Sonny, he salido con Annie la chica del apartamento de junto, no te preocupes, te he dejado unos sándwiches por si no cenabas, caliéntalos así son más sabrosos. Besos”
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Juego de hermanos, juego de villanos.
RomansaOlivia (17) debe pasar el verano en casa de Santino (28), su hermano mayor al que no ve hace siete años. ¿Que pasará cuando Santino descubra que su hermanita menor ya no es una niña? ¿Y cuando Olivia descubra que su hermano la atrae más de lo que es...