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ChanYeol es tan dulce como la manzana acaramelada de la feria de algún circo por venir, empalaga con sus palabras y con sus costumbres irónicas de ver la vida de colores pasteles.
KyungSoo es tan agrio como el limón sin azucare...
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¡ChanYeol! -La mamá de ChanYeol gritó al otro lado de la habitación, aquél gran jovencito se había metido de nuevo en problemas. Se encontraba ya muy enojada, sus cejas fruncidas no aligeraban para nada el momento.
¿S-Sí? -ChanYeol con lentitud se levantó de su cómoda cama para dirigirse hacía la habitación en donde su madre le reprendería algún error que haya cometido aunque en realidad más que nada era por el delirio de desorden que era como persona. Juraba que era por eso.
Tal cucaracha escurridiza entro a la habitación, manteniendo una lejanía aceptable para no ser apresado por la fiera.- ¿P-Pasa algo?
¿Qué pasa algo? -La mamá de ChanYeol colocó sus manos alrededor de su cintura y negó una, dos y hasta tres veces. - ¿Qué ves ahí? -Señaló con su dedo índice el desastre que había hecho su único hijo.
Pues... veo una mesa. -Su vista viajo de la mesa al rostro agrio de su madre, tratando de haber acertado, aunque sus ojos no lo engañaban siempre que veía algo y juraba que era, para su madre no era así que con temor respondió.
Ajá, ¿y qué tiene esa mesa encima? -Su madre comenzaba a desesperarse.
Mis bonitas calcomanías. -Respondió.
ChanYeol tenía esa gran ilusión de coleccionar todas las calcomanías posibles para crear un álbum, según él, era un buen pasatiempo. Es más, cuando veía a cualquier niño y niña con uniforme les pedía con discreción "según él". Una calcomanía para su gran álbum, aunque sonará aterrador para los niños casi siempre lo conseguía, casi. Era extraño pero casi tenía el álbum completo.
Sí. -Su madre afirmó y él sonrió por haber acertado, dio un saltito mentalmente.
Y si no la recoges le diré a todos tus amigos que coleccionas calcomanías de ositos, que le robaste a tu prima de 7 años unas cuantas, y para que te de más vergüenza que era de la tal "Hola Kitty".
¡Mamá! -ChanYeol exclamó avergonzado, con su pronunciante berrinche, sus brazos cruzó.
Me niego a recoger mis calcomanías, son mías. Las deje ahí porque terminaré pronto mi álbum. -ChanYeol no supo de dónde saco tal valor para decir todo con seguridad.
¿Ah, sí? -Su mamá levantó una de sus cejas.
S-sí. -Afirmó inseguro.
Muy mala idea retar a su madre.
La mamá de ChanYeol salió de la habitación y sin siquiera darle el tiempo al otro de hablar fue hasta su habitación, un ChanYeol temeroso se encontraba siguiéndola hasta su cueva protectora. "¿Ves esto de aquí? Dijo. Tomando el celular del infantil hijo que tenía, ChanYeol asintió esperando lo peor.
