Psicosis (5/5)

43 1 0
                                    


Fecha desconocida

He pedido tranquilamente una pluma y un papel, por el día, por la noche, hasta que finalmente me los dio. No que importe, ¿qué voy a hacer? ¿Sacarme los ojos de nuevo? Los vendajes se sienten como una parte de mí ahora. El dolor se ha ido. Supuse que esta sería una de mis últimas oportunidades de escribir legiblemente, puesto que sin mi vista que corrija errores, mis manos olvidarán de manera progresiva el mecanismo involucrado. Es un capricho, escribir... un vestigio de otra era, porque evidentemente ha asesinado al resto del mundo.

Me siento contra la pared día y noche. La entidad me trae comida y agua. Se disfraza como una amable enfermera, como un antipático doctor. Sabe que mi oído se ha agudizado ahora que estoy en oscuridad; finge conversaciones en el corredor, con la intensión de que lo escuche. Una de las enfermeras habla sobre tener un bebé pronto, uno de los doctores perdió a su esposa en un accidente de auto. No que importe, nada de eso es real. Nada me llega, no como ella lo hace.

Esa es la peor parte, la parte que casi no puedo soportar. Esa cosa viene a mí enmascarada como Amanda. Su recreación es perfecta. Suena exactamente como Amanda, se siente exactamente como ella. Hasta produce una simulación admirable de sus lágrimas, que me obligó a sentir sobre sus tibias mejillas. En un inicio, cuando me trajo aquí, me dijo todas las cosas que quería escuchar. Me dijo que me amaba, que siempre lo había hecho, que no entendía el porqué de esto, que todavía podíamos tener una vida juntos, ir al parque todos los días, si quería.

Con la condición de que dejara de insistir sobre la farsa. Quería que creyera. No, necesitaba que lo hiciera. Que era real, que era ella. Jamás sabrás qué tan cerca estuve de ceder a ese acto tuyo. Dudé de mí mismo por mucho tiempo, pero eres un perfeccionista, todo era demasiado real o lo que entiendes por real, y, ¿sabes? La realidad tiene otras cosas que aún no alcanzas a captar, quizá porque ni siquiera nosotros mismos logramos hacerlo del todo, ni representarlo.

La falsa Amanda venía todos los días, luego cada semana, hasta que por fin dejó de joderme con ella... pero no creo que la entidad se rinda. El juego de esperar es otro de sus trucos. Lo resistiré por el resto de mi vida, si es necesario. No sé qué fue lo que le ocurrió al resto del mundo, pero sí sé que esta cosa necesita que caiga. Si es así, entonces tal vez, solo tal vez, soy una piedra en su camino. Quizá Amanda sigue con vida en algún lado, mantenida con vida únicamente por mi voluntad de resistir el engaño. Me sostengo a esa esperanza, meciéndome hacia adelante y hacia atrás en mi celda para pasar el tiempo. Nunca me rediré. Nunca caeré. Soy... ¡un héroe!

...

El doctor leyó el papel en el que el paciente había escrito. Apenas podía entenderse, escrito con la temblorosa mano de un ciego. Quería sonreír ante la firme determinación del joven, un recordatorio de la voluntad humana de querer sobrevivir, pero sabía que el paciente estaba completamente delirante.

Después de todo, una persona sana hubiera caído en el engaño hace mucho tiempo.

El doctor quería sonreír. Quería susurrar palabras de ánimo al delirante joven. Quería gritar, pero los delgados filamentos conectados a los nervios de su cabeza y en sus ojos se lo impedían. Su cuerpo caminaba hacia la celda como una marioneta, y le decía al paciente, una vez más, que estaba equivocado, y que no había nadie tratando de engañarlo.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Me tardé, lo sé. Y este creepy no da miedo, también lo sé: lo publiqué porque me pareció de lo más interesante, me encanta como juega con tu mente mientras lo lees y te mantiene con la pregunta "¿Está pasando de verdad?"

Y como siempre hay alguno que tal vez no lo entienda lo explico: todo era real, el ente y la invasión eran reales, él realmente se salvó a sí al arrancarse los ojos. Ahora voy a intentar publicar más seguido.

¡Creepypastas, sabías que, curiosidades y más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora