Una Vida Sin Ti (Birdflash).

Capitulo 3.

En una mañana fresca y acogedora, un pelinegro especialmente atractivo esperaba a alguien más sentado en una banca del parque. Llevaba un café en las manos, y bebía pequeños sorbos.
Unos minutos más tarde pudo distinguir la figura del pelirrojo acercarse y sonrió... pero pronto toda muestra de felicidad desapareció de su rostro, este venía con una chica.
Linda Park. La novia de Wally desde hacia ya unos cuantos años. Dick la había odiado desde el primer momento en que la vio... y lo recordaba muy bien.

~FlashBack~

Dick miraba molesto a otro lado, sentado junto a Wally.
—¿Cuándo llega tu novia? —dijo aburrido ya de tanto esperar.
—viejo, seguro se retraso un poco.
—yo creo que es imaginaria —bromeo el mas pequeño.
Wally fruncio el ceño —ya veras que no.
Y no hizo falta decir más, pues se acercaba una chica de cabellos castaños, más o menos de unos 18 años, igual que Wally.
Dick abrió los ojos de par en par, era realmente bonita, una punzada de celos recorrió su abdomen.
—Linda, hola. —dijo Wally, levantándose y acercándose a ella, para luego dar un pequeño beso a sus labios.
Dick fruncio el ceño y miro a otro lado —...
—el es Dick, mi mejor amigo.
Linda miro al pequeño Dicky— hola, ¿Cuantos años tienes?
Éste apenas y la miro, le había hablado como a un niño —16.
—aparentas menos.
Wally soltó una sonora carcajada.

Y Dick paso el resto de la tarde con ellos, mirando como se besaban y hablaban lindo, nada pudo haberle dolido mas que eso... duro una semana sin hablarle a Wally.

~Fin del FlashBack~

—Hola Dick —saludo ella alegremente.
Dick suspiro —hola Linda, Wally no me avisó que vendrías.
—perdón, fue algo de ultimo momento —se excusó Wally.
Dick no parecía convencido, pero decidió no cuestionar más.
Fueron al cine, y Dick se dio cuenta que no debes ir con una pareja de tórtolos al cine, y menos si uno de ellos es la persona que amas. A cada minuto que pasaba Dick estaba mas cerca de perder la paciencia, aunque Wally no parecía ni cerca de notarlo: era demasiado distraído.
Después de eso fueron a comer, y Dick pudo participar más abiertamente en la reunión, pero sinceramente no le agradaba la idea de hablar con Linda y Wally sobre como conseguirle una novia. Dick tenía pretendientes a montón, pero ninguna le gustaba.
Para cuando termino la tarde, Wally insistió en llevar a Linda a su casa, y Dick le siguió.
Después de una media hora de despedida en la puerta, un par de besos, y un «te amo» Linda entro a su casa.
Para este momento los ojos de Dick ya estaban cristalinos, y emprendió camino sólo de vuelta a casa.
Minutos después Wally lo alcanzo— eh, Dick, ¿A donde vas?
—no te interesa.
—¿Eh? —Wally lo miro incrédulo —eres mi mejor amigo, por supuesto que me interesa.
«eres mi mejor amigo», las palabras que ya estaban bien grabadas en la mente de Dick. Se detuvo unos segundos y cerro los ojos.
—¿Vas a casarte con ella?
—¿Que?¿Por que piensas en eso? Por supuesto que no, somos jóvenes aún.
Dick suspiro— idiota.
—¿Eh?¿Por que?¿Que hice?
El pelinegro no respondió, continuo su camino, seguido por Wally.
Al llegar abrió la puerta y se dispuso a entrar sin despedirse, pero la mano de Wally sostuvo con firmeza ésta, sin dejarlo cerrarla.
—¿Que quieres, Wally?
—quiero saber por que estas molesto.
Dick miro a otro lado apenado —no, no quieres saberlo.
—claro que quiero saberlo.... porque siempre que ves a Linda te pones así, y te portas mal conmigo, y yo ni siquiera hago nada....
«es un idiota» pensó Dick, ignorando todo el discurso que Wally estaba soltando, «bueno, si no queda otra, ya que». Se paro sobre las puntas de sus pies, y acercándose a Wally le planto un pequeño beso en los labios, interrumpiendo su habla.
Wally se sonrojo hasta las orejas, y cayo en cuenta de aquello que había estado ignorando tanto tiempo.
—¿Lo entiendes ahora?
—y-yo... sí.
—bien, ¿Te quitas ya?
Wally no dijo nada, pero quito la mano de la puerta, permitiéndole cerrar.
Dick cerro de un portazo.
Por supuesto, que idiota que era, era mas que obvio que a Dick le gustaba Wally, se lo había dando a entender tantas veces.
«ella tiene mucha suerte» lo había escuchado decir más de una vez.
Se dio medía vuelta, y aun algo confundido se dirigió a su casa.
No pasaron muchos minutos para cuando su celular comenzó a sonar, «Linda» imprimía la pantalla.
La miro, suspiro y apago el móvil. Ya no estaba tan seguro de amarla, realmente no estaba seguro de nada. Sus labios aun ardían, ¿Como es que un roce tan suave pudo tener tanto efecto en el?
Llego a casa, ¿Que estaba pasando? Pensó que seguramente la almohada ayudaría. Así que se tiro a dormir (no es que lo consiguiera, pero lo intento).

Hola hola~
Ya empieza lo bueno, ¿Eh? ewe.
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Gracias por leerme~