Agradecimientos

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Escribir una historia no es un proceso fácil, ser capaz de desconectarte por largo tiempo de tu vida para poder vivir la de alguien más, a veces resulta bastante complicado. Así mismo, tener que ser capaz de sentir y de apreciar con mayor intensidad cada emoción, acontecimiento, experiencia que te rodea, y usarlas para tener un argumento que sea capaz de encantar, y personajes que atrapen a los lectores por ser reflejo de realidades no tan ajenas a las nuestras.

"Entre Rosas y Espinas" fue una de esas historias que demandó gran parte de mí, y que creció poco a poco a lo largo de cinco años, cinco años donde cada personaje fue tomando su vida propia, fue creando su propio destino.

En primer lugar agradecer a cada uno de ellos: Luca, Elizabeth, Eduardo y Antonio; creo que fueron la principal motivación para seguir escribiendo, eran sus historias, congeladas en el tiempo, lo que me motivaban a seguir adelante y a continuar contando cada paso que daban, cada sentimiento que eran capaces de vivir, cada decisión que era tomada. De igual manera, a esa pequeña voz que, por más que pase el tiempo, siempre te impulsa a seguir adelante y no deja que algo en lo que has colocado tanto esfuerzo termine solamente en el olvido.

Agradecer también a aquellas personas que, sin conocer mi historia, me apoyaron y me obligaron a seguir adelante, a ser capaz de colocar la palabra "Fin" a esta novela para que terminara en sus correos, e indiferente fuese buena o mala, sólo eso bastaría para llenarlos de satisfacción. Por otra parte a la música, ese arte que cala tan imponente en la piel, en los huesos, y que permite marcar una diferencia en cualquier lugar. Recuerdo cómo simples melodías fueron capaces de romper bloqueos de escritor de meses, o fueron capaces de darle un sentido completamente distinto a una escena y hacerla tan vívida, tan real.

De igual forma a todas las series, películas, demás historias de las cuales me alimento y que forman parte de lo que me hace ser escritor, poder conocer nuevas vidas, nuevos momentos, sentir nuevas emociones a través de una pantalla, a través de unas páginas; me motiva y me enamora a seguir haciendo lo que me gusta hacer, ser dador de vida a través del teclado.

Y finalmente gracias a todos aquellos como yo, escritores de afición, que nunca dejan de hacer lo que les gusta, que siempre están soñando, imaginando, creando nuevos mundos aún cuando todos los demás no los puedan comprender, que siguen publicando por cualquier medio y siguen esperando que alguien más, indiferentemente de quien sea, se enamore de sus historias tal cual como ellos se enamoraron, gracias por darme las fuerzas necesarias para continuar.

Entre Rosas y EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora