Capitulo 12

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PROV CHRISTIAN

Estoy muy nervioso, cada segundo miro el reloj, esperando que sean las siete, me decidí y está noche le voy a proponer a Anastasia que sea mi sumisa, puede que sea una gran noche, o puede que sea una de mis peores noches, sólo deseo que ella acepte ser mi sumisa, por que si me dice que no, estaré muy cabreado y irremediablemente tendré que sacarla de mi cabeza.

-Señor Grey, ahí viene saliendo la señorita Steele-dice Taylor, mientras tamborileo mis dedos sobre mis muslos.
Estamos aparcados afuera del edificio dónde vive Anastasia, salgo de mi auto para recibírla, y casi me caigo de espaldas, al verla tan impresionantemente hermosa y sexy, con un ajustado vestido color ciruela, zapatos de tacón, chaqueta negra madre mía, es espectacular, mi miembro empieza despertarse.

-Buenas tardes, señorita Steele- ella esboza una tímida sonrisa

-Señor Grey-me responde.

-Estás muy guapa-le recorro su cuerpo con la mirada, ¡Mierda! Se me está poniendo duro.

-¿Nos vamos?- Parezco un idiota

Anastasia entra al auto, saluda a Taylor de forma educada. En cuanto estoy a su lado, cojo su mano, es muy suavecita.

-¿Cómo estuvo tu dia?-

-Interminable- responde.

-El mío estuvo muy largo- la espera ha sido fatal.

Ella baja la cabeza, y mira nuestros dedos entrelazados, mientras yo acaricio sus nudillos. Se le entrecorta la respiración, y me mira fijamente, se ve ansiosa. Espero que realmente acepte, lo que le quiero ofrecer.

Taylor se incorpora al tráfico, mientras yo respiro hondo e inhalo su delicioso aroma, y mi ritmo cardíaco empieza acelerarse. Ana se remueve mientras mira por la ventanas, me doy cuenta que está muy nerviosa. Espero que no salga corriendo cuando le enseñe mi cuarto del placer...

Afortunadamente hemos llegado a escala

-Hemos llegado-digo con voz baja. Oh dios que hermosa que es.

Ella levanta la cabeza, y me sonríe con ternura, me produce paz. Me pregunto si debería hacer esto con ella, se ve demasiado inocente, pero ella es una adulta. Puede tomar sus propias decisiones, espero que me siga mirándome y sonriendo de la misma manera, después que me conozca

-No tienes que hacer nada, que no desees- le digo. Quiero y deseo que sea mi sumisa, pero necesito su consentimiento. Ella guarda silencio.

-Nunca haría nada, que no quiera hacer-responde después que me pareció una eternidad.

-Vamos-....

Anastasia y yo salimos del auto, y nos dirigimos al ascensor.
Entramos al ascensor, presiono el botón, y introduzco el código.

Ninguno de los dos dice nada, mientras el ascensor va subiendo, por suerte el recorrido es corto hasta mi ático. Cuando las puertas del ascensor se abren, ella cruza sus ojos con los míos.
Salimos del ascensor, pasamos por el vestíbulo, ella me sigue hasta que llegamos a mi salón.

-¿Me das la chaqueta?- Le pregunto, y ella niega con la cabeza y se aferra a las solapas de la chaqueta.

-¿Quieres tomar una copa?- Cambio de táctica, quiero que se relaje. Y yo también ¿por que me he puesto tan nervioso? Seguramente por qué la deseo.

-Si, gracias-contesta tímidamente

-¿Una copa de vino blanco?- Ella asiente

Voy hasta la cocina, saco mi chaqueta, realmente necesito relajarme. Abro la nevera y saco una botella de sauvignon blanc. Busco dos copas y vierto el vino. Vuelvo al salón, le pregunto a Ana si está bien el vino, pero ella me responde que no sabe nada de vinos, asi que le doy la copa.

Mi Ángel De Ojos Azules Donde viven las historias. Descúbrelo ahora