Caminos Separados

Fabian

Dos horas después.
CC:
Estás muy interesado en que encuentre a alguien ¿no? Bueno, tal vez sea una manera de demostrar que aun te importo aunque sea como amigo y eso me hace feliz.
Tal vez los sentimientos se puedan domar, pero... ¿Y si no quieres domarlos? Si, sé que lo prometí pero esto cuesta. Cuesta guardarme lo que pienso para no escribirlo y así no hacerte sentir incomodo.
Trataré de encontrar a alguien que no se parezca a ti ¿Bien? Dame algo de tiempo para buscar.
Es que no puedo evitar comparar a las personas contigo.
Si su sonrisa es parecida o sus ojos o sus actitudes o su forma de caminar. Cosas tan pequeñas que nunca son exactamente igual a las tuyas pero me hace recordar tanto.
No les hablé de ti a mis amigos y no sé porque no puedo hacerlo, tal vez porque siento que hay algo de secreto que nos rodea y que para ti estas cosas son demasiado delicadas como que para que yo este hablando de ellas con alguien por más apegado a mi que sea.
¿Sabes? Le tengo algo de celos a mi hermano mayor, no esos celos malos que te hace odiar a la persona, si no esos celos que te hacen suspirar y pensar “me gustaría poder tener lo que él” pero sin hacer daño a nadie.
Se va a casar pronto con su novia y siento un fuerte apretón a mi corazón.
Él si puede tener en sus brazos a la persona que ama, puede besarla y puede decirle cuanto la ama sin que nadie en la calle los mire mal. Puede caminar con sus manos entrelazadas con las de ella y sonriendo, ninguno tiene porque dudar por lo que dirá la sociedad o sus padres.
Sé que lo que te separó de mi fue lo que creías y lo que creían tus padres, pero...
¿Qué hubiera pasado si las cosas eran distintas?
¿Si nos hubiéramos dado una oportunidad más?
¿Cómo serían las cosas ahora?
Permiteme soñar y agarrar tu mano de nuevo en mis pensamientos, besar tus labios con suavidad  y abrazarte.
Olvida lo que hay al rededor y permiteme estar aquí, acariciar tu cabello de nuevo y escuchar tu voz decir de nuevo te quiero.
¿Pido demasiado?
Si, lo pido... pero solo imaginalo.
El viento corre y revuelve nuestro cabello haciéndome reír y trato de acomodar el tuyo, me inclino y te doy un beso en la frente, tus simplemente sonríes mirándome con esos ojos tan rebosantes de  alegría.