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Suena la alarma y alargó mi brazo para poder apagarla, ese ruido me provoca migraña y pone mi mal humor a mil.
¡Genial!, Segundo día en la Universidad y ya quiero renunciar a todo esto.
Me levanto y me quedo sentada mirando a la pared imaginando el dinero que ganaré cuando acabe la Universidad, los libros que podría comprar con eso y por fin tendría la cámara de mis sueños.. ¡ja!, Apenas empiezo, falta mucho aún para eso y de solo pensarlo se me apaga la ilusión.

Tocan a la puerta y me pongo sobre mis pies para dar unos pocos pasos hasta llegar abrir, es Mamá, me mira y me saluda.
-Cariño, Papá llegará hoy en la noche de su viaje de trabajo y quiere que salgamos todos a comer.
-Vale, esta bien Mamá - le respondo mientras me visto para ir a clases.
Sale de mi habitación y se escucha sus pasos mientras baja las escaleras.
Sé con exactitud que está muy feliz por tener a papá en casa, sé cuánto lo extraña y lo mucho que le brillan los ojos cuándo lo ve, ver a mis padres completamente enamorados es increíble, bueno. Hoy estará aquí y eso es una buena noticia para ella y para mi.

Me puse un vestido súper bonito, uno de los mejores que tengo, es sencillo pero siempre fue mi favorito, me arreglo el cabello, aún tengo tiempo suficiente para arreglarme y ocultar las bolsas que tengo en los ojos y disminuir el feo aspecto que tiene mi cara, me pongo algo de labial, anoche mamá me lo dio y me dijo que le gustaría que lo usara, es un color pastel que va muy bien con mi tono de piel y que según ella me quedaría muy bonito, aplico sólo un poco para que mamá note que lo uso ya que se lo prometí, me miro en el espejo y noto que resalta muy bien en mis labios gruesos.
Siempre me gustaron mucho, y los chicos que se me acercaban en el colegio siempre repetían que eran muy bonitos y que se veían perfectos con mis ojos color miel y mis pestañas largas, pues la verdad a veces los sentía tan cerca cuando me lo decían que simplemente los miraba con cara de póquer y me alejaba de ellos. Odio los cumplidos, nunca me gustaron y trato de no arreglarme ni ponerme bonita para no resaltar aquellos rasgos que la gente creía bonitos.
Safo de mis pensamientos tomo mi mochila y salgo de mi habitación.

Llegó a clase con 8 minutos de ventaja y saco un libro para leer mientras llega el profesor de Literatura.
Pasaron unos minutos, guardo mi libro y volteo para ver quién está cerca.
Daniel está sentado en su sitio con una camiseta negra pegada al cuerpo que dejaba al descubierto sus músculos y un pequeño tatuaje en el brazo que apenas se notaba.
Me sigue pareciendo muy atractivo a pesar de todo el teatro que montó ayer, sacudo mi cabeza con la esperanza de pensar en otra cosa pero un golpe en el pupitre del frente me hace dar un sobresalto y volteo a ver al nuevo profesor.

Me revuelvo en mi asiento viendo a mi nuevo maestro, de pies a cabeza y lo vuelvo a ver otra vez, pensando que es un tipo de espejismo o algo así, ahora mismo tengo delante a uno de los hombres más atractivos que he visto jamás, tiene una mirada tensa que observa a todo el salón detenidamente, el cabello revuelto de un color negro intenso, es muy.. elegante y formal.

¡No! Definitivamente este no es un profesor, me repito para convencerme a mi misma que el apuesto hombre que tengo frente a mi es muy nuevo profesor.
Todas las chicas tienen cara de sorprendidas y algunas tienen las mejillas tan rojas que siento que a mi también me empiezan arder dando color a mi rostro.

-Hola, Soy Ian su nuevo maestro de Literatura, soy nuevo aquí. Me gradué hace poco de la Universidad y hoy estoy frente a ustedes para poder ayudarles a entender un poco sobre esta área - sonríe y deja ver sus hermosos dientes blancos que me hacen suspirar tan profundo que ni yo misma me reconozco, lo bueno de esto es que no era la única, volteo a mirar a mis compañeras que están tan embobadas como yo.

Empieza hacer preguntas sin tener respuesta alguna, pues la mayoría de las chicas están tan concentradas mirándolo que apuesto que no saben ni de que coña esta hablando.
El nota que nadie le presta atención por lo que empieza a preguntar nervioso.

Ámame antes que alguien acabe con esto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora