Bajo del coche mientras trato de ocultar la sonrisa que refleja mi cara, la felicidad que siento es enorme y estoy segura que Mamá podría notarla a kilómetros.
Cuándo estoy parada frente a la puerta suspiro y entro casi contando los pasos que voy dando para acercarme a la cocina, doy la vuelta y veo a mamá parada frente al microondas preparando el desayuno, cuando nota mi presencia voltea y me sonríe, es una de esas sonrisas de oreja a oreja, esta feliz y verla así me relaja un poco.-Hola cariño - dice mientras se acerca a mi para darme un beso en la mejilla.
-Hola - le digo algo tímida, no puedo evitar recordar que he pasado la noche con Ian.
-¿Todo bien?
-Si - le digo mientras busco un tema de conversación para distraerla un poco - ¿Que es eso que huele tan rico? - dije mientras me acercaba al platillo que estaba sirviendo.Mientras canto junto a Carla Morrison Mamá me mira sonriendo, voy al volante mientras ella está junto a mi en el asiento del acompañante, no me ha tocado el tema que creí que iba hablarme, no sé si preocuparme o dejarlo ir.
Cuando llegamos mamá hace la compra al lado de una librería, le digo que iré por un libro mientras ella termina lo que está haciendo.
Llegó ahí con la esperanza de encontrar un libro para Ian, no estoy segura de cuál elegir, no se cuál es su colección, que libros tiene y cual le gustaría leer ahora por lo que decido por un título bastante fuera de lo común para un hombre de 37 años pero que me encantaría que lo lea y pueda ver ciertos puntos que luego podríamos discutir.
Compro una tarjeta para luego ponerle una cita del libro y sonrío con la sola idea de pensar en su sonrisa cuando le entregue el obsequio.Cuándo me reúno con mamá en el coche, puedo notar que ha comprado varias cosas para papá.
Luego de unos minutos de haber conducido con la música de fondo como un eco, ella rompe el silencio.
-Me gustaría conocer a esa nueva amiga tuya - dice sin quitar la mirada de la carretera.
Trago grueso, mi cuerpo se tensa por completo y mi respiración se empieza agitar, sintiendo que el coche empieza a encogerse y me falta la respiración, estoy rogando porque mamá no puedo notar lo nerviosa que acabo de ponerme.
-Sé que a ella también le gustará conocerte - le digo y empiezo a cantar un poco bajo para ocultar los nervios y mi cara de angustia que seguro ahora mismo podría delatarme.Ella no vuelve a tocar más el tema por lo que le agradezco a todas las fuerzas positivas que ahora están de mi lado.
Sólo se dedica a ver la carretera y puedo notar como se le relajaba la mirada cuando accedí a llevar a mi supuesta amiga a casa, tengo que planear algo o tener una muy buen excusa, pero ahora mismo no quiero pensar en ello, sólo pienso en llegar a casa.Cuando llegamos a casa subo de inmediato a mi habitación, necesito una ducha urgente, cojo una toalla y me meto en el cuarto de baño.
Las gotas que caen de la ducha a mi cabeza me relajan un poco, imágenes de la noche anterior empiezan apoderarse de mi mente y sonrío al recordarlas, me aplico un poco de shampoo y paso la suave esponja por mis piernas para luego subir a mi abdomen y terminar en mis pechos, una idea un poco perversa cruza por mi mente, la idea de pensar que los dedos de Ian puedan sustituir esta esponja me pone a mil, me sonrojo y sacudo la cabeza para ahuyentar esos pensamientos que me llevan a un camino desconocido.
Siempre tuve duda de lo que sería que alguien pueda apoderarse de mi cuerpo, he pensando en mi primera vez como una noche de velada con el hombre a quien amo, algo así como un cuento de hadas.
Pero en el fondo sé que las cosas no son del color rosa que me gustaría que fueran pero al menos no quiero pasarla tan mal, no considero que la virginidad sea algo de lo que admirar pero tampoco creo en lo adecuado que sería dejar que muchos hombres puedan poseerme, no he tenido la oportunidad de hablar de algo así con nadie, solo leí unos artículos en internet para poder saber un poco del tema.Tuve un novio en la escuela, alguien con quien compartía libros y hablábamos por horas sobre las acciones tontas que tomaban los personajes, pero más que una relación creo que fue como un buen amigo, mamá nunca lo supo, en realidad nadie lo sabía, eramos los nerd de la escuela y pasábamos por alto todos los días, casi nadie notaba nuestra presencia.
Recuerdo sus besos, eran simples y muy rápidos se le notaba la inocencia cuándo rozaba sus labios con los míos y eso de alguna manera me hacia sentir bien, pues tampoco tenía experiencia en ello.
Jamás se atrevió a tocarme nada que no fuera el rostro, se me escapó un risita al recordar lo colorado que se ponía cuándo veíamos películas en su casa y pasaban escenas de sexo, creo que se hubiese tapado los ojos pero se esforzaba por hacerme creer que le parecía lo más normal del mundo.
A comparación de los besos de Ian que me arrancan hasta el más último suspiro, supe que el hombre que tenía ahora a mi lado tenía muchas experiencias sobre besos y .. sexo.
La idea me puso celosa, pensar en otra mujer envolverse con el provocaba que toda mi sangre empezará hervir de coraje.
Decidí alejar esos pensamientos de mi mente, ahora es mío, lo es me repetí varias veces hasta creérmelo.Salgo de la ducha y empiezo a secar mi cabello, me pongo unos pantalones sueltos y una camiseta negra super cómoda.
Cojo mi móvil y antes de pensar en si llamarlo o no estoy marcando el número de Ian.-Hola - dice al otro lado de la línea, noto en su voz cansancio.
-Hola, ¿esta todo bien? - pregunto, pero puedo imaginar su respuesta.
-Solo un poco cansado, estuve revisando exámenes y preparando el tema del seminario, ya sabes.
-¿Quieres que te deje descansar?, siento mucho si te interrumpo - le confieso mientras toda mi emoción empieza a disminuir conforme las palabras empiezan a salir de mis labios.
Lo escucho suspirar desde el otro lado de la línea, se que esta pensando en que decirme, por lo que guardo silencio hasta que pueda hablar.
-Sabes que jamás consideraría que una llamada tuya me interrumpiera, al contrario, haces que todo este cansancio desaparezca, tu voz es como una melodía, una melodía para desaparecer todo tipo de tensión.
Las mejillas empiezan a quemarme, es increíble el efecto que este hombre puede causar en mi aún estando a muchos kilómetros de donde me encuentro.
Le quiero, le quiero aquí y ahora.*********
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Ámame antes que alguien acabe con esto.
RomanceAinhoa es una chica de 19 años, amante de la fotografía y de los libros. Su vida gira alrededor de ello hasta que un día en su salón de clases se presenta un apuesto profesor que amenaza con acabar con la inocencia de esta pobre muchacha. Ian trae c...