The fun of falling in love-Stingue Month

«03. Oficina»

Stingue month

[Sting x Rogue]

«03. Oficina»

Por: Lightkey27

Disclaimer: Los personajes de Fairy Tail son propiedad de Hiro Mashima.

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Era su primer día de trabajo, por lo que el hecho de que estuviese en problemas no era una opción, su jefa, Minreva Orland no parecía temer ante la llamada que recibió, minutos antes, del jefe del imperio hotelero, Sabertooth, al contrario su semblante no podía estar más tranquilo y pacífico, tal vez él era el único alterado, tal vez es él quien está exagerando las cosas.

—Quita esa cara Cheney, si Sting nos ha llamado es porque debe ser algo relacionado a algún proyecto, es tu primer día ¿Qué rayos pudiste haber hecho en las dos horas que has estado aquí?

Oh, sí supieras Minerva

Intentó sonreír ante las palabras de la pelinegra, intentó, porque una sonrisa natural jamás le podría nacer en las circunstancias en las que estaba, era cierto que era nuevo, pero estaba seguro de que ninguno de los empleados que trabajan allí habían tenido sexo en la primera oficina que vieran.

¿O quizás sí?

De ningún manera, cuando se encontraba en la búsqueda de un nuevo trabajo investigó, tan a fondo como internet se lo permitiera, la historia de cada compañía a la que iba a aplicar, sin duda hubo muchas que tenían escándalos de los que él no quería ser partícipe, por más años que hubiesen transcurrido, él era un fiel creyente de que la imagen se debe cuidar y jamás debe ser manchada y más cuando se trata de asuntos públicos y que podrían perjudicar a varias personas.

Pero su regla se había ido al traste cuando conoció a ese rubio de ojos azules

Ese fue uno de los motivos por los que envió su hoja de vida a Sabertooth, estaba seguro de que cumplía con los requisitos que solicitaban, por lo que no le extrañó que dos días después lo llamaran para una entrevista y que una semana más tarde se encontrara allí junto a su jefa, la señorita Orland.

La miraba atentamente mientras subían al último piso por el ascensor, sin duda era una mujer muy bella, emanaba poder, su porte, elegancia, su sofisticado atuendo, definitivamente era una mujer decidida y que era de temer, pero jamás la vería como un interés amoroso, no era su tipo.

Mientras el ascensor se llenaba los sucesos de esa mañana golpeaban su mente.

Había salido de su casa, luego de despedirse de su gatito Frosch, al que vestía con atuendos de rana, por el simple hecho de que se veía adorable, y luego de despedirse de Yukino, la vecina que lo cuidaba mientras él no estaba. Tras cerrar la puerta, meditó acerca de tomar un taxi o irse en metro, ciertamente cualquiera opción haría que llegase puntual, pues tenía tiempo de sobra, razón por la cual decidió por la segunda, sujetó su portafolio y con calma, pero a pasos gigantes, llegó a la estación del metro, pasó la tarjeta y se dirigió a la estación a esperar por su transporte.

Sintió un escalofrío mientras esperaba, como una mirada sobre su cuello, giró su cabeza hacia ambos lados en busca de alguna señal de quien lo estuviese espiando, pero no encontró nada, suspiró con aires de derrota y cuando las puertas del metro se abrieron ante él, entró sin interrupción.