The fun of falling in love-Stingue Month

«04. Miedo»

Stingue Month

[Sting x Rogue]

«Miedo»

Por: Lightkey27

Disclaimer: Los personajes de fairy tail son propiedad de Hiro Mashima, la historia por otra parte es de mi completa autoría. Este tema corresponde al día 12, pero ya qué más da xD.

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Comenzaba a cansarse de estar allí, escondido, de pie, con hambre y encima de todo, sin la posibilidad de poder entrar a aquel local. Había llegado hace tres horas a la nueva cafetería que acababa de abrir en Crocus, Sabertooth, y no dudó ningún segundo en invitar a su amigo para que lo acompañara, nada era mejor que la compañía de Rogue, lo conocía desde que tenía memoria y simplemente era lo mejor, tanto que hasta se dio el lujo de ir al parque cerca para hacer tiempo mientras lo esperaba, las ansias de verlo lo habían hecho llegar antes de lo acordado.

Si comenzaba a recordar todo lo que había vivido junto a él, siempre una sonrisa iluminaba su rostro, pues habían compartido momentos de debilidad, éxito, fracasos, tristezas, alegrías, en realidad eran almas inseparables, tanto que ni siquiera era capaz de recordar alguna ocasión en la que el pelinegro no haya estado presente.

Siempre estuvo a su lado

Y viéndolo desde otra perspectiva, una en la que nunca había pensado hasta esa tarde, cuando divisó a lo lejos cómo un par de jóvenes se acercaban, con obvia intención, de coquetear con él ya que jamás le había conocido alguna novia a su mejor amigo, y eso que era muy popular entre las chicas, sin embargo parecía no tener interés alguno, siempre estaba en la biblioteca rodeado de libros o con su adorado gato verde, Frosch, en realidad, esa parecía ser la única relación a la que podría considerar romántica.

Y sin saber cómo, había terminado pensando acerca de ellos dos, su relación, aunque en realidad no había que darle muchas vueltas al asunto para saber que el rubio sentía un gran aprecio por su amigo, pero ¿Por qué aún no ha salido de su escondite?

Y la respuesta es sencilla

Siente miedo

Miedo de que su relación vaya a cambiar, miedo de que nada vuelva a ser como antes, miedo de que se aleje.

Una vibración en su bolsillo lo hizo salir de sus pensamientos, se trataba de Rogue, y seguramente se está preguntando por su paradero, después de todo, debió haberse encontrado con él hace dos horas y aquel temor irracional volvió a salir a flote, llenándolo de inseguridades y preguntas que nunca había considerado.

Por error deslizó el dedo sobre la pantalla, lo que significaba que Rogue se encontraba del otro lado de la línea telefónica, genial y ahora qué iba a hacer.

—¿Sting? ¿Estás allí? ¡¿En dónde demonios estás?! —por el tono de voz que empleaba su amigo, podía deducir que estaba realmente enojado con él, o quizás no tanto —¡Respóndeme, maldita sea! —no, en verdad estaba furioso, así que antes de contestar soltó un suspiro y colocó el móvil al frente de su rostro, pues el volumen del aparato hacía que la conversación fuera audible para él sin la necesidad de lastimar su tímpano con los gritos de su amigo.