RP#1 | Reto Público N° 1
«El miedo es natural en el prudente, y el saberlo vencer es ser valiente».
-Alonso de Ercilla y Zúñiga
† Nada puede asustar tanto...
➝ Resumen: Chanyeol sólo quería volver a casa y dormir treinta horas seguidas. Pero un cachorrito asustado se cruzó en su camino y él no pudo hacer más que detenerse a ayudarlo.
➝ Palabras: 820.
WOOF WOOF.
Chanyeol regresaba a su casa como todos los días luego de su práctica clínica. Estaba agotado física y mentalmente, pero las tres cuadras que debía caminar de la parada del autobús a su casa siempre mejoraban su humor. Era como si el celeste profundo del cielo combinado con el verde de las hojas de los árboles tuviera la capacidad de liberar la presión en su cabeza, despejar su mente y dejar sólo el sonido de su respiración y el compás de sus pasos tranquilos sobre el asfalto.
Todo era paz y tranquilidad, hasta que un chico más bajo que él, con el pelo castaño mieloso y la cara roja, hinchada y bañada de lágrimas y mocos salió detrás de un arbusto y lo tomó del brazo.
—¿Te encuentras bien?
El muchacho en respuesta sólo sollozaba. No sabía cómo explicar lo que le pasaba sin sentirse patético por pedir ayuda a un desconocido.
—¿Alguien te lastimó?
Baekhyun sólo negó con la cabeza.
—¿Te robaron? — Chanyeol no necesitaba escuchar su respuesta para saber que ese no era el problema. Con ver la enorme mochila negra sobre sus hombros era más que suficiente. Pero necesitaba que el chico le hablara para poder ayudarlo.
— ES QUE TENGI QUI IR A LA UNIVERSIDAD Y LIS PERROSSS
El joven rompió en llanto una vez más y se abrazó al cuerpo de Chanyeol, refregando su cara cubierta de mocos por toda su playera roja. El más alto agradecía haberse cambiado el ambo antes de salir del hospital porque si mañana llegaba con el ambo manchado lo iban a matar sus profesores.
Chanyeol realmente quería llegar a casa y atragantarse con comida, así que le dio suaves palmaditas al otro para calmar su llanto.
— Shh, tranquilo. Si no te calmas y me explicas lo que sucede con claridad no voy a poder ayudarte.
Baekhyun se separó del otro. Se secó la cara con las mangas de su buzo y levantó el rostro para ver a los ojos a Chanyeol. Se arrepintió en el momento en que vio su rostro. El alto era hermoso y se notaba muy cansado. Él estaba siendo una molestia, una molestia muy desagradable. Baekhyun, avergonzado sacó pañuelos de su mochila y empezó a tratar de limpiar el desastre que había causado en la sudadera del alto.
— Hey, oye, No es necesario.
Pero Baekhyun siguió ensimismado en su tarea. Todo rojo y deprimido, ahora no sólo por los perros sino por su estupidez y fragilidad. Chanyeol lo tomó de los hombros y lo alejó de sí, lo suficiente para poder inclinarse y ver su rostro.
— ¿Necesitas mi ayuda o sólo querías un hombro en el que llorar un rato?
Le sonrió con suficiencia, como si este tipo de cosas le sucedieran todos los días. Y a Baekhyun no le extrañaba...de sólo verlo caminar todo chueco y desgarbado le dio confianza. No le extrañaría que todos los días niños, jóvenes y ancianitos le pidiesen ayuda y que él no se pudiera resistirse a ayudar.
— Yo...
— Woah puedes hablar— lo codeó Chanyeol—, eso es nuevo.
Baekhyun lo miró mal. Pero su mirada enojada producía más ternura que miedo. Lo hacía verse más frágil y achuchable que aterrador.
— Es que hoy tenía examen. Salí hace media hora para tomar el autobús, pero había un perro enorme así que decidí dar la vuelta manzana. Pero había dos perros peleando y cuando quise volver a casa el mismo perro grande me esperaba a final de la cuadra y se cruzaba de vereda cada que yo lo hacía. Así que me oculté porque es primavera y tengo miedo de que me muerdan. Ya me mordieron el año pasado, no quiero que me vuelvan a morder.
— ¿Homero? ¿Homero te da miedo? Pero si ese perro es más bueno que el pan.
— ¡Pero es enorme! Y yo ya no confío en ningún perro. Menos que menos en primavera.
— No entiendo como un perro podría atacar a uno de los suyos. Tú eres claramente un cachorro perdido.
— ¿Perdón?
Chanyeol estalló en risas al ver la cara de indignación de Baek y a este le se le comprimió el pecho. Estaba tan conmovido por la estruendosa risa del otro que la mueca en su rostro pasó de la indignación a la contemplación. Sus sentidos estaban embobados y sólo sentía el sonido de las carcajadas mezclado con el de su propia respiración. No había ladridos, pío píos, ni bocinas. Sólo estaba el sonido que producían sus cuerpos detenidos en medio de la calle.
Chanyeol lo miró, todavía con su rostro arrugado en una amplia sonrisa, y le extendió una mano.
— ¿Todavía llegarás a tu examen si yo te acompaño a la parada ahora?
Y Baekhyun tomó su mano sin estar muy seguro de poder rendir luego de todo lo que le había pasado. Más concentrado en la sensación de los cálidos dedos que envolvían su diestra que en los perros que seguían correteándose debido al celo.
