† ¡Tu rostro es demasiado hermoso! | KaiSoo

237 30 2
                                    

   

     ➝ Miedo: A los chicos guapos, a las palabras largas.

     ➝ Autor(a): sr_nalgotas

     ➝ Género: Humor, romance.

     ➝ Resumen: 

— ¡Aléjate de mí, cosa linda!

— Jongin, soy tu novio.

— ¡¿Cuándo te hiciste mi novio?!

— ¡Hace un año, cuando tú me lo pediste, idiota!

     ➝ Palabras: 1K



¡TU ROSTRO ES DEMASIADO HERMOSO!


— ¡Vete de aquí!

¡Jongin, abre ya la puerta!

Aquel día era el cumpleaños de Kim Jongin.

Do Kyungsoo, como todo buen novio, le había preparado un pastel de chocolate y había decidido darle una sorpresa a primera hora del día, presentándose en la casa del más alto bien arreglado y con una sonrisa en forma de corazón pintada en la cara. Y suponía que aquel –y su falta de memoria evidente– había sido el problema desde el inicio, pero es que no lo había podido evitar. Era algo que había hecho casi por inercia; instinto. El querer verse bien para su pareja era un hábito que no se lo iban a poder sacar de inmediato y mucho menos fácilmente.

Jongin les tenía fobia a los chicos guapos.

Si bien, cada vez que pensaba en ello y en cómo reaccionaba el moreno ante él, lo hacía sentir bien de alguna extraña manera, en algún punto indefinido, Kyungsoo todavía no podía llegar a entender del todo aquel irracional miedo. Ni siquiera podía imaginar lo que sería padecerlo, lo que podría estar sintiendo el moreno al momento de verle la cara a él. Y se preguntaba por qué le había pedido ser su novio, en primera estancia, si no podía ni siquiera verlo, o cómo diablos habían hecho para estar juntos durante todo un año entero. Porque, cuanto más lo pensaba, más imposible le parecía. Porque, cuanto más lo notaba, más loco se sentía. Sin embargo, cada vez que veía el rostro del más alto, cada vez que lo oía hablar o lo sentía cerca, y por muchos problemas que tuviese encima, siempre se terminaba dando cuenta de lo irremediablemente enamorado que estaba de aquel idiota. Por eso las veces en las que al menor le agarraban esos ataques de rechazo hacia su persona –como estaba sucediendo en ese preciso momento– le hacían hervir la sangre, protestar como un idiota y sentir irremediablemente triste.

Obviamente que el estar lleno de ira le iba a ganar con creces a todo ese cúmulo de sentimientos, y por eso, por mucho que le cerraran la puerta en las narices, él la iba a terminar derribando para romperle la cara a ese maldito hijo de...

— ¡Jongin, déjame entrar!

¡No!

— ¡Jong-!

¡No!

"¡Diablos! ¡Ni siquiera me deja hablar! ¡Lo mataré!"

Con el pastel pesándole en las malditas manos y un rostro arrugado del fastidio, el pequeño chasqueó la lengua y se alejó de la entrada hasta dar la vuelta toda la casa y llegar a la parte trasera. El más alto siempre se olvidaba de cerrar esa otra puerta y, por mucho que le doliera a ratos, el ojón iba a tomar ventaja de ello y colarse para darle un buen susto con su hermosa cara.

Se preguntó, de camino a la sala para encarar al moreno, qué tan difícil sería volverse más feo. Si tendría algún procedimiento especial o si simplemente se tratara de algún tipo de herencia de genes. En lo personal, él no se creía ni se creyó nunca la persona más hermosa del planeta entero. Más bien, siempre pensó que estaba en el promedio, que no era ni lindo ni feo; que era sólo alguien normal. Había sido el moreno el primero en decirle que era demasiado hermoso como para existir, demasiado deslumbrante como para pasar desapercibido por nadie y demasiado bello para considerarse soportable. Y tal vez fuera porque se trataba del chico que le gustaba, tal vez fuera porque era demasiado dramático, pero Kyungsoo, en algún punto, ya no supo si decir que el más alto estaba ciego o con los ojos muy abiertos.

Boo.

— ¡Ah!

Jongin pegó un bote en su lugar y Kyungsoo saltó hacia atrás, lejos de él, antes de que el otro le diera un manotazo al pastel que llevaba en manos y echara todo a perder más de lo que ya lo estaba. El moreno lo miró horrorizado y se cubrió la cara con una de las cortinas moradas de la ventana, apuntando hacia el pequeño y poniéndose en guardia inmediata.

— ¡Aléjate de mí, cosa linda!

— Jongin, soy tu novio.

— ¡¿Cuándo te hiciste mi novio?!

— ¡Hace un año, cuando tú me lo pediste, idiota!

El aludido parpadeó, confundido.

— Ah, ¿sí?

— ¡Deja de fingir demencia!

Jongin se pegó más a la ventana, asustado más con la cara que estaba poniendo el otro que por el tono de voz en sí. Y su cuerpo comenzó a relajarse de pronto, soltando la cortina lentamente, al darse cuenta que, cuanto más enojado estaba Kyungsoo, mejor se sentía él. Recordó, entonces, de dónde había sacado las agallas para confesarse y por qué le había comenzado a gustar el pequeño, en primer lugar, y no pudo evitar sonreír en grande y salir de su escondite.

Porque, cuando Kyungsoo se enojaba, se veía feo y soportable.

— Estás pensando de nuevo que me veo feo cuando estoy enojado, ¿no? Maldito idiota.

— El más horrible, hyung.

— Te odio.

Tomando el rostro molesto del más bajo entre sus manos, Jongin le sonrió con ternura mientras que Kyungsoo resoplaba, implorando a cualquier ente divino que le diera fuerzas para no revolearle el pastel en las narices.

— Explícame por qué diablos todavía sigo contigo. O por qué me gustas tanto si eres un idiota hipocondríaco del demonio.

— Porque me quieres mucho, y porque no creo ser el único idiota hipocondríaco de la relación, ¿no lo crees? Fóbico de las palabras largas.

— Cierra la boca.

— ¿Cómo dices que se llamaba tu fobia? Hipopotomonstrosesqui...

— Jongin, cállate.

— Hipopotomonstrosesquipedaliofobia.

— Jongin, si no cierras...

— Hipopoto...

Kyungsoo le lanzó un puñetazo y el pastel en la cara, y sonrió satisfecho al cobrarse su venganza. Jongin vio la cara bella del más bajo al primer segundo y al siguiente vio todo negro.

Feliz cumpleaños, idiota. Ojalá que recuerdes mi hermoso rostro incluso dormido. 



†Funny & Fluffy Fear † | RP#1 EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora