Cuando tony stark se proponía organizar algo, lo cumplía. Las fiestas que el playboy organizaba eran legendarias, algo excéntricas, pero memorables. Era algo que le agradaba a Natasha; le gustaba bailar y vivir en el momento de celebración. Porque ella sabía que después no habría tiempo para eso.
Ese día, mientras le daba sus últimos retoques a su cabello, rojo como el fuego, había decidido irse disfrazada de un personaje antiguo, una princesa pérdida. Con un gran vestido verde plata que re alzaba el color de sus ojos; unos tacones de plataforma para no verse tan pequeña. Sus ojos delineados con una fina línea negra, y por ultimo sus Labios rojos carnosos.
Su cabello caía en gracia con sus ondas naturalesSuspiró; no podía negar que estaba algo nerviosa. Desde aquel 5 de mayo en el que volvió al cuartel general todo había cambiado. Ella sabía que Tony estaba resentido por lo de sus padres no esperaba menos. Pero no podía evitar estar con el. No sabia porque, pero debía protegerlo. sabia que detrás de esa capa de sarcasmo se encontraba un alma débil, un alma que busca amor, escucha y comprensión y desde que pepper se fue,se propúso a dárselo aunque el fuera cortante con ella, con el tiempo,se fue ablandado.
No se podía decir que eran los mejores amigos; pero por lo menos ahora tony le dirigía la palabra. Le había sorprendido mucho cuando le agradeció por haberse quedado, el estaba deprimido y como raro borracho pero se sinceró con ella e incluso la abrazo.
No volvieron a hablar de eso. De lo ocurrido esa noche. Más sin embargo ella presentía que pronto las cosas cambiarían.Salió de su habitación con su bolso en mano. Todo estaba silencioso; la fiesta seria en un club al norte de la ciudad. Todos habían salido hace media hora Así que ella no esperaba encontrarse con alguien en el cuartel.
Mientras bajaba las escaleras escucho un ruido y se puso alerta. Ella nunca dejaba su arma. A cualquier lugar que fuera, siempre la cargaba.
La saco de su panti-media y la apunto a la oscuridad, una parte de si misma le recordó que la seguridad en el cuartel general era alta pero uno nunca sabia
-¿Quién anda ahí?-pregunto con firmeza.
-El coco Haha-respondió una voz masculina y sarcástica.
Natasha suspiro y guardo el arma. Encendió la luz y vio al genio en el sofá con una botella de whisky en su mano y un cigarro en la otra. Este le sonreía de oreja a oreja.
"Se ve guapísimo"-Pensó Natasha pero reprimió ese sentimiento con uno de molestia por su estado. ¿Que dices?, esta borracho hasta la médula-¿Que haces aquí stark?, se supone que deberías estar en una fiesta hace más de 1 hora- la pelirroja se le acercó y se sentó en el sillón que estaba enfrente del sofá.
Tony le sonrió aun mas. -Humm; con que ahora soy stark-afirmo.
-¿de que estas?....-pero la interrumpió.
-antes era Tony, bueno en los últimos meses; ¿ya te casaste de fingir?-pregunto humillante.
-No. Solo estoy molesta por tu actitud. Deberas que es triste. Deberías estar en un club en este momento.- Tony le guiño un ojo y tomó de su botella como si no hubiera mañana
-Según...¿quién?, sabes aranita tu cabello está como me gusta, me prenden esos crespos Jeje- el pelinegro succiono su cigarro y luego soltó una bocanada de humo
Natasha estaba muy molesta, era el colmo del descaro pero no pudo evitar sonrojarse. -¿Sabes?, ahora que lo pienso no hay necesidad de que vayas a ese club. Ya estas bastante alcoholizado y supongo que la fiesta continuará sin ti- 《solo deja de hacer estupideces, sube a tu habitación y duermete》
Tony escudriño en el bolsillo de su saco y sacó una pequeña cadena de oro que al parecer tenia un pequeño guardapelo, este lo abrió y suspiro con nostalgia.
-¿Crees que.... Howard esté decepcionado de mi?-. Natasha no supo que responder, bajo la cabeza pensativa. Sabía que estas como muchas otras preguntas atormentaban siempre a Tony, de alguna forma lo entendía. Ella no recordaba del todo a sus padres pero sabia que no estarían orgullosos de lo que ella se convirtió. Sin embargo, Tony era otro caso.
-Claro que si- más que orgulloso, de tener un hijo como tu... La pelirroja se sonrojo y siguio-: eres talentoso, un genio en lo mecánico, eres generoso y una persona maravillosa.
-¿puedes apagar la luz?, solo un momento, si quieres, encender la lámpara pero no quiero tanta luz.
Tony hizo un puchero y le paso el guardapelo a Natasha. Esta lo observó con curiosidad. Este contenía del lado derecho la foto de Maria Stark, una mujer de mirada cálida, ojos verdes y cabello rubio, aunque parecía tinturado. Poseía rasgos delicados. Al lado izquierdo se encontraba la foto de Howard Stark, Natasha sonrió para si misma si que son iguales pensó. Howard era un hombre sumamente apuesto. Con cabello negro brillante y un pequeño bigote. Sus ojos irradiaban seriedad pero al mismo tiempo algo de picardia, eran castaños como los de su hijo.-Es muy lindo- le devolvió el guardapelo con una pequeña sonrisa
-me regaló Obadiah- Al parecer, mencionar ese nombre le causaba molestia ya que lo dijo con algo de fastidio en su voz.
-¿Bueno? Y ahora¿ que vas a hacer?-pregunto la pelirroja mientras lo veía
Tony bajo su mirada a los pechos de Natasha que esa noche sobresalían más que nunca pero luego volvió su mirada a sus manos que se encontraban entrelazadas en su regazo.
-Tenemos que ir a esa maldita fiesta-lo dijo como si fuera una orden
-no si tu no quieres-Natasha intento convencerlo pero este se paró al instante. Ella no se había dado cuenta del traje que llevaba que al parecer era de un aristócrata de un país viejo.
-si quiero, y quiero que seas mi acompañante- le tendió una mano y esta la acepto con gusto.
El millonario la volvió a abrazar como la noche de julio en la que estaba más borracho que de costumbre. Le dio un beso en la mejilla ya que ahora ella estaba casi a su altura.
-Gracias por todo Nat.

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Traición benigna
Fanfictional contrario de lo que parecía lo correcto Natasha vuelve al cuartel general e intenta reconstruir su relación con el magnate y ahora destruido Anthony Stark, mientras ella prevalece y crea un lazo más fuerejunto con rodhey y el rey t-challa. Stev...