Capítulo 2.

22 2 6
                                    



La primera noche ni si quiera estrenamos las habitación, ambos nos quedamos dormidos en el sofá del cansancio. Para mi no había sido tan malo, porque había ocupado casi todo el sofá, Matt no había tenido tanta suerte. Me levanté del sofá con mucho cuidado para no despertar a Matt y fui a la cocina a prepararme el desayuno. La cocina era más grande de lo que esperaba, tenía una pequeña isla casi en medio de la cocina con dos taburetes, era preciosa, estaba hecha como de ladrillo en la parte baja, me recordaba un poco a la chimenea de mi casa. En el lateral derecho había una gran ventana por la que entraba la clara luz del día, parecía que hacía buen día. Abrí el frigorífico en busca de algo para desayunar, pero no había nada. Se me había olvidado que no habíamos ido a hacer la compra aún. Rodé los ojos y salí de la cocina en busca de Matt, pero este ya no seguía en el sofá. Iba a llamarle pero escuché el grifo de su ducha, por lo que decidí no molestarle, y hacer lo mismo.

Tardé más de lo que esperaba, el agua salía muy calentito y aunque aún no hacía mucho frío, ya se agradecía. Cuando salí de la ducha, busqué algo que ponerme, no tenía mucha idea porque no estaba acostumbrada al clima de aquí y estaba segura de que hiciera lo que hiciera iba a pasar o calor o frío, así que salí en busca de Matt.

-Matt –le llamé antes de entrar en su habitación -¿puedes ayudarme? –dije entrando en su habitación. Matt me miró de arriba a abajo y frunció el ceño.

-Da las gracias de que soy tu primo, ¿esa es la confianza que muestras ya al segundo día con tu compañero de piso?-preguntó sin dejar de mirarme. Negué con la cabeza sin poder evitar sonreír.

-Voy en toalla, no desnuda – intenté parecer ofendida pero se me escapó una pequeña sonrisa – además tú lo has dicho, eres mi primo, a ver si te piensas que soy así con gente que no conozco.

-Espero que no –dijo en apenas un susurro que fue casi inaudible. Sonreí de lado, el primo sobre-protector había aparecido en menos de 24 horas.

-¿Bueno me ayudas o no? – pregunté cambiando de tema. Matt asintió y me siguió a mi habitación sin abrir la boca.

Una vez en mi habitación me puse frente al enorme armario totalmente abierto, y Matt se tiró en mi cama. Empecé a sacar conjuntos que me parecían buena idea, pero o bien Matt me decía que con eso pasaría frío, o al revés, que pasaría calor. Tardamos un poco más de cuarto de hora en elegir algo con lo que, según Matt, estaría bien, ni mucho frío ni mucho calor. El conjunto constaba de unos pantalones negros junto con un jersey de lana blanco, no demasiado gordo y unas botas militares negras, no estaba mal. Me preparé rápidamente, y seguidamente ambos estábamos saliendo de casa, en busca de algún sitio en el que ir a desayunar tranquilamente.

Fuimos dando un paseo por la calle estrecha en la que vivíamos, según Matt cerca había una cafetería y no nos pillaba muy lejos para ir andando. En menos de diez minutos estábamos parados frente a una cafetería muy vintage, me iba a gustar este sitio. Entramos y buscamos un sitio cerca de una ventana por la que podíamos ver a la gente pasar, no tardando una camarera se nos acercó con unas cartas que nos dio a ambos, y antes de irse guiño un ojo a Matt.

-Compadeceré a tu novia, el día que la tengas –comenté sin despegar los ojos de la carta que nos había traído la camarera.

-¿Y eso a que viene?- dijo con un tono burlesco sonriendo ampliamente.

-Oh vamos –dije mirándole – apenas son las diez de la mañana y ya tienes a una intentando ligar contigo –dije mientras giraba los ojos. Matt se rió pero no dijo nada más.

Al poco rato, volvió a aparecer la misma camarera de antes con una libreta en la mano, y nos preguntó, o más bien dicho, preguntó a Matt si ya nos habíamos decidido. Matt asintió sonriendola seductoramente siguiéndola el juego, y cuando empezaba a plantearme que quizá sobraba, Matt dio un giro a todo.

Story Of Another Us. [2ª Temporada MLP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora