Capítulo 3.

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Aparté rápidamente la mano, como si me hubiese dado calambre, y miré hacia arriba encontrándome con un par de ojos azules. El chico me observó con una sonrisa burlona por lo que rápidamente fruncí el ceño, y decidí coger el disco que había visto yo primero. El chico negó con la cabeza sin quitar su sonrisa burlona y antes de que pudiera coger el disco, él ya le tenía en la mano.

-Le he visto yo primero – dije acercándome a él con el ceño fruncido. El chico soltó una carcajada que se escuchó en toda la tienda.

-Y yo le he cogido antes – se encogió de hombros y se giró dándome la espalda, lo que me puso de mal humor. Cerré los ojos, conté hasta tres y me puse delante de él con los brazos cruzados.

-Dame el disco – le ordené no de muy buenas formas. El chico chasco la lengua y se apoyó en la estantería de forma chulesca. Hasta ese momento no me había fijado totalmente en él, iba vestido completamente de negro, su pelo también era completamente negro, tenía flequillo hacia un lado con volumen, e incluso se le hacia un pequeño remolino en uno de los lados. Sabía que tipo de chico era, y su actitud solo me lo terminó de demostrar.

-¿Y si no qué?-preguntó intentando ocultar esa sonrisa burlona con la que me había estado mirando antes.

-No quieras saberlo –dije en tono cortante sin aparta la mirada de él.

-La niñita consentida sabe amenazar, que miedo me das – se burló de nuevo, y se cruzó de brazos observándome como esperando a que hiciese algo. Le tomé la palabra. Había una cierta distancia de seguridad entre ambos que decidí romper al acercarme a él. El chico no se movió, seguía en la misma posición a pesar de que ahora estaba mucho más cerca. Me puse de puntillas únicamente para llegar a su oído.

-Conozco a los tíos como tú, vais de malotes y luego sois mierdas andantes – le susurré al oído. Se puso tenso, lo noté en cuanto apretó la mandíbula. Aproveché esa corta distracción para quitarle el disco y me separé de él. El chico seguía en la misma posición, por lo que le tiré un beso y fui a pagar, dejandole allí parado.

En pocos minutos estaba en la calle con mi disco nuevo de Green Day, no podía esperar para escucharlo. Tenía muchas ganas y estaba segura de que a Matt también le gustaría. Iba por la calle por la que había ido antes de vuelta a mi casa, el cielo se había ennegrecido y parecía que no tardaría mucho en llover. Aunque no me había parado a pensar todo lo que había caminado sabía que estaba bastante lejos de casa, así que aligeré el paso todo lo que pude. No quería mojarme. Las primeras gotas no tardaron en caer y a primera vista no había ningún sitio en el que pudiese resguardarme durante un rato para no mojarme. Corrí hacia lo que parecía un portal al final de la calle y me resguardé allí durante un buen rato. Cada vez llovía más por lo que no podía salir, iba a llamar a Matt para que me viniese a buscar pero cuando estaba por llamarle con mis dedos temblorosos, una Triumph Thruxton negra se paró frente a mi.

-La ladrona de Green Day- se burló caminando bajo la lluvia. Podía ver como le chorreaba el pelo, pero parecía no importarle.

-¿Tú otra vez? ¿Acaso me estás siguiendo?-pregunté en un tono bastante molesto. Su sola presencia ya me molestaba, a pesar de no tener el placer de conocerlo.

-Para tu información, vivo aquí. Así que tú eres la que me está siguiendo –dijo resguardándose también en el portal. No me gustaba la cercanía que había, así que retrocedí topandome con la pared. Pareció no notarlo.


-Pues estás tardando. Desaparece- le respondí de malas formas. Como no hizo nada, le empuje por los hombros y salí nuevamente bajo la lluvia, la cual no tenía pinta de parar. No estaba dispuesta a aguantarle.

Story Of Another Us. [2ª Temporada MLP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora