Mi Hermoso Alec

11. Sacudida.

Un cuerpo pálido se encontraba enroscado en el sofá, los oscuros ojos castaños miraban el televisor. Jocelyn sostenía en brazos al horrorizado y aturdido Max mientras miraba de Isabelle, desenfocada aferrada de sí misma, a Max igualmente aterrado. Emergencias había respondido, habían ido a la casa mientras Isabelle había esperado en la central de Policía. Una voz le había explicado que su padre le había disparado dos veces a su madre, un tiro atravesó su pulmón, otro aún se alojaba en ella. Su primo Gabriel Lightwood, detective de Homicidios, intentaba calmarla y había accedido a estar en el hospital hasta que Isabelle se hubiese recuperado un poco. Terriblemente tuvo que decirle sobre la desaparición de Alec, posiblemente asesinado por su padre.

Isabelle había visto a Benedict, ella lo escucho, ella sabía que fue él quien daño a su madre, que la violó. Ella lo sabía, ella lo dijo pero se insistía en que Benedict había dejado el país hacía un par de días. Ella sabía lo que vio, lo que escucho. Su tío era un peligro para todos ellos.

Jace había insistido en llevarlos a su casa. Clary había llegado con Simon y Jocelyn al poco tiempo mientras Luke intentaba localizar a Magnus, solo por si el joven estaba con él. El timbre sonó estridente, una, dos, cuatro veces más y fue Isabelle quien grito. Los reporteros y periodistas continuaban persiguiéndola. Después de todo el ex-gobernador de Nueva York se había vuelto loco, había violado y casi asesinado a su esposa, y posiblemente había asesinado también a su hijo.

Ahora estaba a salvo, en casa de Jace, mirando el mundo palidecer. Los timbrazos retumbaron con más fuerza por lo que Isabelle camino hacia la puerta y abrió encontrando allí a un destrozado Magnus Bane.

- Alec...- logró decir Magnus, ella negó con la cabeza aún desorientada.

- Nadie sabe dónde está Alec, lo están buscando, pero... no son buenas noticias.- dijo Jace con voz estrangulada, asomándose detrás de Isabelle.- Encontraron el cadáver de la novia de Robert en su oficina, asesinada después de lo que paso en casa de los Lightwood. Los forenses revisan los cuerpos en busca de pistas, pero ni rastro de Alec.- añadió con el dolor reflejado en la cara. Jace parecía arder, consumirse en vida, dolorosamente pálido y perdido, como Isabelle. Ella se apartó aferrándose de Jace, jalo de su ropa desesperada.

- No debí alejarme de él.- murmuró Isabelle.- Se quedó solo allí, solo serían unas horas, no creímos que... ahora mi madre está en el hospital cerca de la muerte y no sé dónde está Alec.- la voz de Isabelle se detuvo, levanto la mirada y observo a Jace.- Benedict debe saber dónde está mi hermano.- agregó dejando a Jace allí.- Solo porque es el padre de Gabriel, él no lo arrestará.- espetó dejándose caer en el sofá.

Magnus entonces noto al mal encarado joven allí. Lo conocía, Galadriel, Garadows...

- Gabriel Lightwood, detective...- se presentó Gabriel mirando al hombre.- Mi padre viajo a España ayer, es imposible que estuviese allí. Además las cámaras en los aeropuertos no lo registraron de regreso. Mi padre no está involucrado, solo fue cosa de... Robert. - desestimó Gabriel.

En el fondo, el joven sabía que su padre tenía tendencias psicopáticas, pero asesinar a Alec no podría... no quería creerlo.

- Yo lo vi. ¡Maldición!, no estoy loca. Lo vi allí, mi madre fue violada por él y Max lo escucho hablar.- la desesperación hería a Isabelle. ¿Cómo podían no creerle?

- Los hechos indican...- comenzó a hablar Gabriel con renuencia.

- Los Lightwood suelen manipular los hechos.- dijo Magnus y todos se giraron hacia él.- Es verdad que no todos son así, pero créeme, tú familia no suele mostrar tanto honor como ustedes lo hacen.- añadió, mirando solo a Isabelle.