Redemption.

Prologue

"Tal vez no sea errado que comience por el final, quizá así el comienzo se vea más bonito"

Como toda historia triste, ésta empieza de una manera triste, en un sitio melancólico, en una situación escalofriante. Y ella no lloraba, tal vez porque ya había llorado lo suficiente, y no gritaba, porque no tenía deseos de hacerlo. Solo se había quedado viendo las letras grabadas en la tumba de aquella persona tan importante, preguntándose ¿por qué?

El funeral era silencioso porque así lo había querido ella, sentía que si alguien decía algo iba a estallar y no esperaba hacerlo en un lugar así.

Si antes se sentía vacía, sola y sin sentido, sería algo desafortunado imaginar como se sentía ahora mismo. Ahogada en sus sollozos silenciosos, luchando contra todo pensamiento inadecuado, preguntándose una y otra vez...¿por qué?

¿Por qué todos se iban?

¿Por qué todos  tenían que morir?

¿Por qué no moría ella de una vez?

¿Por qué todos le decían que iba a estar mejor después cuando ni ahora ni más tarde nadie sería capaz de devolverle todo lo que la vida le quitó?

Ella sabía que nadie iba a poder frenarla ésta vez, y aunque las cosas habían cambiado drásticamente hacía un año y medio, pasó tanto pero solo quería olvidarlo todo. Dejar todo atrás como lo hacían los que marchaban lejos de sus cuerpos, solos con su alma y aquella tristeza inminente que jamás se va.

Su dolor no era más que el de nadie, pero era suyo, y quería acabar con él.
Ni bien llegó a su casa, vacía y solitaria como su vida, lo hizo. Ella había preparado todo el día anterior porque quería probarse a sí misma que no lo haría, ¿y quién la frenaría ahora si no más que ella? Pero está claro que eso no pasaría ahora.
El whisky añejo que su padre nunca pudo beber, las pastillas de la presión de su madre, sentada en la bañera, escuchando su canción favorita, metiendo al asesino a su boca con sus manos homicidas, y luego bebiendo un sorbo de alcohol. Una a una, y ésta vez nadie podía detenerla.

"Todos pueden decir que lo más bonito de tu cuerpo son tus oceánicos ojos, pero yo estoy seguro, mi parte favorita de ti es tu sonrisa. Esa que muestras sin miedo y sinceramente, me hace sentir bien "