XVI- Buena chica

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—¡Perdón, perdón, perdón!— La rubia de labios gruesos estaba prácticamente colgada del brazo de su mejor amiga disculpándose por algo que siquiera ella había causado.

—Lucy, no es tu culpa ¿ok? Ya te lo he dicho unas veinte veces y sin contar los reproches al profesor que tuve que detener. No me molesta hacer el trabajo sola.—Lo que había sucedido había sido que en profesor de historia las hizo hacer dúos y Liv quedó sola. Ella está (obligadamente) con Diana, una de las más empollonas de la clase, así que le iría bastante bien con ese trabajo.

—¿Sabes que es lo peor? ¡Su madre no la deja salir de casa!— Su rubia amiga hablaba indignada mientras caminaban a la clase de teatro. —Así que tendremos que juntarnos en su casa. ¿Sabes lo terrible y aburrido que será eso?

—Lucy, no califiques a la gente cuando no la conoces. Siquiera has hablado alguna vez con Diana...

—¡Lo hice! Ésta mañana cuando dijo: "A mi madre no le gusta mucho que vaya a lugares que no conoce"—Imitó su voz con burla, una voz apagada y grabe que obviamente Diana no tenía.

—Eres una mala persona Lucy.—Liv negó con la cabeza. ¿Cómo su amiga podía tener la maldad siempre presente?—Desde ahora serás Lucifer.

—Eso no es nada innovador Livy liviana.

—Ja. Porque eso si lo es Lucifer.

—Wo, miren nada más quienes están aquí. Perdedora uno y perdedora tres.—Ambas chicas se miraron alzando una ceja y luego observaron al rubio de enfrente.

—¿Y quién es la perdedora dos Patrick? —Preguntó Lucy. Él joven, sonriendo con sorna, se acercó a ella y respondió.

—Tu madre.

—Ingenioso para ser un simio en desarrollo.—Luego de decretar, Liv siguió caminando seguida de sus dos mejores amigos.—¿Y qué estás haciendo aquí?

—Ya sabes, Evan no vino hoy así que estoy solo en la clase de química, que obviamente, no pienso cursar sin ustedes. Así que hoy presenciaré su clase. ¿Sorprendidas?—Evan claramente era uno de los más empollones en la clase de química de Patrick, y no se sentaba con él porque realmente quisiera, sino que el rubio lo obligaba a hacerlo.

—¿Sin perdedora uno y perdedora tres?.— Preguntó con picardia la rubia, sobre porqué su amigo no cursaría sin ellas.— Oh, olvidaba el fracaso de persona que eres sin Evan o tus mejores amigas.

—¿Qué mejores amigas? No las veo por ningún lado.— Ambas chicas rodaron los ojos y se tomaron del brazo para caminar más rápido a su clase.— Ok, ok, ya. Dejaré el juego, ¿bien? Les diré la verdad.

Y se detuvieron ambas, porque para curiosear ellas eran las primeras.—¿Verdad? 

—Estoy castigado ¿bien? La directora Bostter me ha obligado a participar en la siguiente obra.—Y ahí fue cuando ambas jóvenes estallaron a carcajadas. ¿Por qué Patt siempre era tan imbécil? Se metía en problemas, sí, pero podía al menos salvarse de los castigos inventando alguna que otra excusa.

—En primera no estamos sorprendidas por el castigo.— Lucy fue la primera en hablar y le siguió Liv.

—Lo que nos sorprende es cómo la directora quiere arruinar nuestra obra.— El rubio puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos en modo diva.— En segunda no tenemos obra Patrick, así que creo que te has salvado el culo.

—El vocabulario señorita Willson.— El refinado profesor de teatro se hizo notar. Estaba frente a la puerta esperándolos para pasar.—¿No van a entrar? Usted también señor castigo. 

Redemption.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora