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—¡Nal neomuneomuneomu neomuneomuneomu neomuneomuneomu. Neomuneomuneomu neomuneomuneomu neomu johahamyeon geuttae malhaejwo!

Genial, simplemente genial.

Chanyeol no sabe exactamente qué hora de la mañana es, pero el sol a penas saliente le dice que es muy temprano para estar escuchando canciones fresas en boca de una persona que parece que el cansancio es un mito en su cuerpo. Chanyeol se talla los ojos repetidas veces y bosteza, levantándose lentamente y escuchando a todos sus huesos crujir porque él no durmió en una jodida cama mullida. Todavía hace frío, el agua de la playa está calmada, todo se mantiene sereno.

La única persona que perturba la paz, es Baekhyun.

—¡Naega jakkujakkujakku jakkujakkujakku jakkujakkujakku. Jakkujakkujakku jakkujakkujakku jakku tteooreumyeon geuttae bulleojwo!

Jesús bendito.

—Buenos días Chanyeollie, ¿no es este un agradable día? —pregunta con una alegría tal que abruma en todos los sentidos habidos, y por haber. Por supuesto, no hay nada en esa maldita isla del demonio que pueda hacerle sentir a Chanyeol que puede ser un agradable día.

—No, no lo es. Por si no te has dado cuenta, Byun, estamos perdi...

—Sí, sí, perdidos, varados entre otros sinónimos, pero hey, vele el lado positivo.

Chanyeol blanquea los ojos porque, mirando a la nada misma de cada lado, no entiende cuál puede ser el lado positivo.

—¡Encontré hojas de yerbabuena!

Chanyeol vuelve a poner los ojos en extremo blanco tratando de ver lo grandioso de que Baekhyun haya encontrado una planta entre tantas que hay por todos lados. Sinceramente, ese pequeño vigoroso de Byun no deja de sorprenderle, es como si en serio, nada en este puto mundo le molestara, ni sus palabras agrias, ni su actitud, ni los ochocientos rechazos que le ha pegado a lo largo de toda su vida. Simplemente nada le molesta, es como la resurrección de Ghandi, o una encarnación ¿Y si Baekhyun es Ghandi? Puuuf, Ghandi no era tan fastidioso ni taaaan homosexual.

—¿Y qué quieres tú que haga yo con eso?

Baekhyun se acerca tentativamente hasta Chanyeol con la sonrisa como bandera, es tan descarado que se acerca hasta tener la nariz rozando la de Chanyeol peligrosamente entonces sopla un poco de su aliento y en seguida una ráfaga fresca azota las fosas nasales de Chanyeol.

—Frótala contra tus dientes para quitar lo pastoso de la noche, da buen aliento —Baekhyun mira directamente los labios de Chanyeol y éste hace lo mismo. ¿Baekhyun había tenido los labios tan rojos desde siempre?—. Tengo el aliento fresco, si quieres probar...

Chanyeol le propina un empujón que hace que Baekhyun caiga de culo contra la arena. Fue un mero reflejo de su propio nerviosismo porque ciertamente, Baekhyun ha sido descarado toda su vida pero tan, tan, taaaan cerca no había estado. La cercanía de ese chico le abruma, pero no es por el hecho de que su aliento sí que estaba fresco, o que sus labios lucían rojos y provocativos, definitivamente no tiene que ver con nada de eso.

Sin querer hacer contacto con Baekhyun, Chanyeol huye de ese lugar, o algo menos busca alejarse lo suficiente para acallar todas esas voces que le están susurrando cosas extrañas acerca de Baekhyun, cosas que él no quiere escuchar.

—La yerbabuena está justo en esa palma, la puse ahí para que se conserve —dice Baekhyun, ignorando el episodio anterior y sacudiendo su pantalón que ahora que mira, está por las rodillas cuando ayer era un pantalón largo—. Voy a ver si consigo algunas frutas para desayunar y una roca fuerte para romper los cocos.

Perdidos, Varados Entre Otros Sinónimos → ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora