¿Y si te enamoras de una fan?

Un buen tropiezo

Andrés se marchó y Tn_________, Isabel y Laura decidieron ir a saludar a Guillermo, el tío de Isabel, quien se encontraba en su restaurant "La naviera azul", en el quinto y último piso del Centro Comercial Expreso.

Mientras tanto, en el hotel donde se hospedaba el trio italiano, miles de fans esperaban verlos antes de que salieran rumbo a la rueda de prensa. Todo el recinto estaba por colapsar, las fans estaban divididas en dos grupos: uno frente a la entrada del hotel y el otro frente a la salida del estacionamiento, vigilando la salida de los chicos.

Dentro del hotel, el personal de seguridad del hotel conversaba con Michele Torpedine y el resto del equipo de Il volo, debían planificar la salida y la llegada al sitio de la rueda de prensa.

Jefe de seguridad: Debemos salir por el estacionamiento, pero allí hay un grupo de fans esperándolos.

Michele: Bueno, salgamos lo antes posible. No podremos detenernos para que firmen autógrafos, debemos estar a tiempo.

Piero: Esta bien Michi, pero al volver si podemos firmar algunos autógrafos ¿cierto?

Michele: Esta bien, pero solo al volver. Ahora debemos irnos para llegar a tiempo a la rueda de prensa.

Gianluca, Piero e Ignazio subieron a las vans que los llevarían a las inmediaciones de la empresa promotora y al salir del hotel todas las fans se volcaron hacia las camionetas. El personal de seguridad del hotel las alejaba de las puertas y las ventanas, mientras que los chicos solo podían saludar desde el interior.

No tardaron mucho en llegar, eran las 10:20, faltaban casi dos horas y media para la rueda de prensa. Los chicos estaban aburridos, tendrían que esperar hasta la una de la tarde, querían hacer algo para distraerse; fue entonces, cuando Luna, una de las organizadoras del evento les dio la idea de pasear por el centro comercial.

Luna: Aprovechando que hicimos la reservación en un restaurant del Centro Comercial Expreso ¿por qué no van un rato a pasear?

Michele: No creo que sea prudente. Si las fans los ven será un problema para traerlos de vuelta.

Gianluca: Por favor, Michi. Si la señorita Luna dio esa idea es porque no hay tantos riesgos para nosotros.

Ignazio: Michi, es muy temprano. Deja que salgamos un rato y nos veremos en el restaurant, luego volvemos para la rueda de prensa.

Piero: Por favor, solo será un rato.

Michele: Esta bien, pero deben ir acompañados y buscar una manera de que no los reconozcan.

Luna: Puedes estar tranquilo Michele, yo me encargare de que no los reconozcan; Javier, Carlos y yo iremos con ellos.

Michele: Esta bien pero a las 11:30 los quiero en el restaurant.

Piero: ¡Grazie, Michi!

Luna les pidió a los chicos que se pusieran unos lentes oscuros, Piero e Ignazio se pusieron también unas gorras y Gianluca un pequeño sombrero; parecían simples chicos de ciudad, solo una persona que verdaderamente los conoce podía reconocerlos al verlos de cerca.

En el centro comercial, Tn__________, Isabel y Laura ya habían saludado a Guillermo y estaban recorriendo los pisos, mientras miraban las tiendas. Al mismo tiempo, el grupo italiano había llegado al centro comercial acompañados por Luna.

Luna: Bueno chicos, nos mantendremos juntos. No se alejen demasiado.

Piero: No te preocupes Luna.

El tiempo fue pasando y cuando miraron sus relojes eran las 11:30, subieron al quinto piso y entraron al restaurant "Il Toscano", donde Michele los esperaba. Almorzaron y a las 12 estaban listos para volver.

En el mismo piso, las amigas habían almorzado con Guillermo en su restaurant. Se tardaron más de lo que planearon porque entraron a una librería en busca de alguna novela nueva. Isabel compró un libro para regalarle a Andrés, Tn__________ encontró una novela que llamó su atención, se titulaba "La tierra del vacío", decidió comprarla junto a un cuento que le gustó a Laura.

Al mismo tiempo, Il volo salía del restaurant y Tn__________, Isabel y Laura salían de la librería cercana. Ignazio bajó la mirada al revisar su teléfono y Tn__________ estaba distraída leyendo el prólogo de la novela que había comprado.

Laura hablaba con Isabel, Piero y Gianluca conversaban con Michele y el equipo de Luna. Parecía que deliberadamente el mundo ignoraba a Ignazio y a Tn__________, así como ellos se abstraían del mundo.

Las amigas se dirigían rápidamente a los elevadores, el grupo de los cantantes en cambio, no tenían tanta prisa. De un momento a otro, estaban prácticamente al lado. Ignazio seguía mirando la pantalla de su teléfono y Tn___________ seguía leyendo, cuando sin notarlo se toparon uno en el camino del otro y tropezaron.

Ignazio y Tn: Perdón. (Dijeron al mismo tiempo)

De inmediato, ambos levantaron la mirada. Tn__________ estaba tan distraída que no se fijó a quien realmente había tropezado; vio a un simple chico, alto, con bigote, usando lentes oscuros y una gorra naranja. Él en cambio, vio a una hermosa chica con un libro en sus manos, no podía dejar de mirar sus ojos, su labial rojo y su sonrisa.

Tn: Disculpa, de verdad no te vi. (Dijo y aceleró el paso para alcanzar a su hermana y a Isabel)

Ignazio no alcanzó a decir nada. Simplemente la siguió mirando mientras se alejaba.

Piero: ¿Qué paso Ignazio?

Ignazio: Me tropecé con aquella chica. (dijo moviendo la cabeza)

Gianluca: ¿Tan fuerte fue el impacto?

Ignazio: ¿Impacto? Pero solo fue un tropiezo, no fue choque.

Gianluca: No me refiero a un choque, me refiero al impacto que causo ella en ti.

Ignazio: No te entiendo Gian.

Piero: Pues yo si lo entiendo, lo dice todo la sonrisa que tienes en el rostro.

Los chicos miraron hacia el elevador, Tn__________ acaba de subir en él, su amiga decía algo de lo que ella y su hermana se reían; solo levantó la mirada y vio a lo lejos al chico que había tropezado, Ignazio no pudo evitar sonreír al verla y ella devolvió el gesto. No fue hasta entonces que vio que estaba acompañado por dos chicos más, y finalmente se dio cuenta de con quien se había tropezado.

Quedó perpleja mirándolo a través del vidrio elevador, ahora sus amigos también sonreían, pero ya el elevador estaba bajando. Isabel le pregunto qué pasaba, pero solo pudo sonreír y decir:

"No puedo creer que no lo haya reconocido".

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