One Shots ⚡️Harry Potter⚡️

Sirius Black

Sirius

Estaba sentado en la mesa de Gryffindor, era muy aburrido ya que estaba prácticamente solo. Remus estaba en la biblioteca estudiando, Peter estaba al otro lado de la mesa comiendo, y James estaba embobado hablado y besándose con Lily.

Yo personalmente me empezaba a sentir algo solo. Por el simple echo de que mi mejor amigo tiene novia y no me presta tanta atención como antes.

No es que no quisiera tener novia. Era solo el echo de que si me arriesgo a decile lo que siento a la chica que amo lo arruinaría todo.

Ahí estaba ella hablando con Snape. Odiaba que pasen tanto tiempo juntos ya que ni siquiera eran de la misma casa.

Malía era Gryffindor como yo. La mejor amiga de Lily y Snape. Ella y yo tenemos una relación de solo sexo. Fue hace mucho tiempo la primera vez que lo hicimos, a mediados de quinto año para ser exactos. Desde ese día no la puedo sacar de mi cabeza.

Me enamoré de ella en sexto, y hoy en séptimo año la sigo amando. Pero no le podía decir lo que sentía. Claro que no, lo arruinaría todo. Pero diablos cómo odiaba verla con otro chico. En especias Stiles, un chico de Ravenclaw. Pasaban todo el tiempo juntos, me molestaba demasiado.

Y habando de Roma el burro se asoma. Stiles fue a buscarla a la mesa de las serpientes para luego restirarse del gran comedor, y lo que más me molesto es que el tenia las manos un poco más abajo de la cintura de Malía.

Salieron riéndose. ¿A donde iban? ¿Que iban a hacer? Me estaba muriendo por dentro ¿Y si se estaban besando y yo como un idiota sentado aquí? No lo iba a permitir. No iba a permitir que ese idiota la bese como yo lo hago.

Fui corriendo hacia las mazmorras del castillo. A lo lejos vi a Malía y Stiles, este estaba a punto de besar a Malía, a MI chica.

-Cariño!- grite desde una punta, al escucharme estos se separaron. Malía me miraba curiosa, Stiles enojado y confundido.

-Sirius, ¿pasa algo?- preguntó ella cuando me acerqué. Pase mi brazo por su cintura atrayéndola a mí.

-No, ¿Que pasa? ¿Ya no puedo venir a saludar a mi novia?-Le dije mientras le sonreía.

-¿Novia? No me dijiste que Sirius era tu novio- Dijo Stiles un poco confundido.

-Si bueno hay muchas cosas que seguro no te dijo- le conteste antes de que ella dijera que no era su novio- bueno nena, nos tenemos que ir te tengo una sorpresa, ¿Vamos?.

Y asi agarre a Malia para llevármela a rastras hasta un salón abandonado. Ella se quejaba e intentaba safarse de mi agarre.

Cuando llegamos al salón cerré con un hechizo la puerta atrás de mi.

-¿Eres idiota Black? ¿Tu novia? ¿Enserio?- Ella empezó a hablar cuando me di vuelta para mirarla.- ¿Que es lo que te ocurre? Eres un maldito imbécil, mujeriego, caprichoso y ¿sabes que? Eres un..- no la deje terminar ya que la bese atrayéndola a mí.

Tardo un momento en reaccionar, pero luego me siguió el beso con furia. El beso empezó a subir de tono, tanto que mi mano estaba colada dentro de su camisa. Iba a subir más pero me paro para separarse de mi.

-¿Sucede algo?- le pregunte extrañado. Nunca me había separado, por lo general eso siempre terminada bien, ella abajo mío suplicando por mas y yo como todo caballero complaciéndola.

-No quiero esto Sirius- me miro con ojos tristes.- no quiero un simple polvo más, ya no. No quiero hacer más esto.- no entendía a que se refería- me quiero enamorar Sirius, quiero tener un novio. Que me ame y me cuide, y contigo es más que obvio que no puedo tener eso. Ya no más.

Y en ese momento sentí mi mundo caer. Joder, la amaba tanto y ella no quería saber nada mas de mi.

Malía se estaba por ir, cuando la tome del brazo acercándola a mi fuertemente para luego besarla. Pero no era como los otros besos, este era de amor. Le demostré lo muy enamorado que estaba en ese beso. Era suave y dulce, nuestros labios encajaban perfectamente. Podría morir en este momento y no me importaría si sigo besando sus labios.

-Te amo Malía- empece a hablar con miedo pegando su frente con la mía- te amo tanto que me da miedo de que tu no lo hagas. Y si estoy malditamente celoso de que el idiota de Stiles se te acerque cada vez. Si no sientes lo mismo por favor ni me lo digas, de solo imaginarlo mi alma se marchita.

Hubo unos segundos en silencio en los que ninguno se atrevió a hablar. Y por primera vez tuve miedo de que ella no me amara.

-Yo también te amo- esperen ¿que?- te amo maldición- y luego me beso ferozmente agarrando mi cara en sus manos mientas yo las puse en su cintura baja.

Y ese mismo día, en ese aula abandonada hicimos el amor. Por primera vez no fue solo sexo. Esa noche nos demostramos cuanto nos queríamos.