La puerta fue abierta, Harry usaba unos skinny jeans blancos junto a una camisa negra, no usaba zapatos pero de todas formas era más alto que Louis, quien tenía una pequeña sonrisa en sus labios y dos bolsas de papel en sus manos.
-Traje comida-sonrió marcando pequeñas arrugas a cada costado de sus ojos azules, Harry se movió a su costado dejando que Tomlinson entrase y dejase todo sobre la pequeña mesa de café.
-Pedí pizza, debe llegar en cualquier momento-sonrió mostrando sus hoyuelos- ¿Quieres ver alguna película?
-¡Claro!-sonrió el castaño, abriendo una pequeña bolsa con caramelos dentro, tomando unos cuantos para meterlos en su boca con una sonrisa graciosa, Harry hizo lo mismo.-¿Podemos ver alguna de terror?
-Supongo que sí, quiero decir tal vez no duerma pero sí-sonrió avergonzado poniendo la primera película de terror que apareció en Netflix.
Solo bastaron 20 minutos para que ninguno de los dos preste atención a lo que sucedía dentro de la televisión, Harry estaba sentado justo frente a Louis con sus piernas flexionadas mientras comía caramelos hablando con el ojiazul sobre lo que les gusta hacer en su tiempo solo; La dulce mirada de Louis había dejado de ver el verde esmeralda hace unos cuantos minutos, simplemente viendo la boca de Harry hablar, moverse. Ni siquiera estaba escuchándolo, solamente se tiro sobre el menor besando sus dulces labios que para entonces sabían a caramelos.
Moviendo sus manos sobre el pecho apenas fortalecido de Harry, acariciándolo por sobre la suave y casi inexistente tela de su camisa, moviendo sus labios con rapidez, pero de todas formas evitando chocar dientes, sonrió cuando Harry lo tomo del cuello de su remera para traerlo hacia él, besando sus labios, perfectamente bien. Mientras sentía las frías manos del mayor colarse por abajo de su camisa, tocando sus pezones con rudeza pero no la suficiente como para lastimarlo. Abrió sus piernas con su rodilla, colándose en medio de ellas mientras comenzaban a mover sus caderas, rozando su miembro contra el del otro chico.
El aire parecía no existir ya, pero no podían, o mejor dicho no querían alejar sus labios de los del otro, Louis se separó solo unos segundos, viendo una pequeña linea de baba que unía sus labios con los de Harry, quien tenía sus labios rojos e hinchados, quien tomo aire y se acomodo mejor para comenzar a mover su erección contra la de Louis, gimiendo suavemente mientras lo hacia. El ojiazul abrió la camisa de su amante con fuerza, rompiendo aquellos botones que salieron disparados a cualquier lugar para comenzar a fingir penetraciones sobre la ropa, oyendo la dulce y ronca voz de Harry gemir en busca de más.
-Voy a follarte tan duro que no vas a poder caminar-Gruño el mayor, comenzando a bajar sus pantalones para parar al oír el timbre
-Mmm... creo que vino la pizza-Harry sonrió avergonzado
-Que le den, voy a follarte y luego le abriremos-Gruño quitando su remera con rapidez
-Va a irse y no va a volver, Lou-se levantó con cuidado del sofá
-Bien, bien... ve a buscar esa estúpida pizza
-Idiota-sonrió besando pequeño los labios de Louis para caminar hacia la puerta.
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