CAP.94 Te quiero libre. Te quiero complicado

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Arashi c.94

TE QUIERO LIBRE. TE QUIERO COMPLICADO


La calle estaba vacía de sonidos. Ryu andaba por el camino que siempre cogía Takeshi para volver a casa. Aunque sabía que no podría ser algo grave, tenía miedo de lo que hubiese podido pasar. Llevaba pocos minutos andando. Dos, quizás tres. Pero ya había recorrido un buen trecho de la calle. Entre las sombras de farolas y paredes de adosados, Ryu vio la sombra de alguien que camina despacio. No le hizo falta acercarse demasiado para saber que era él.

— ¡Takeshi!

Se acercó casi corriendo. Sintiendo cómo su corazón palpitaba con emoción al verlo. Lo abrazó en aquel instante de efusión, sus brazos envolvieron su cuerpo delgado y su boca se perdió en su mata de pelos negros.

— Auch.

— Perdona. —Ryu se apartó al ver que estaba herido. Tenía magulladuras por el rostro y los brazos.

— ¿Qué ha pasado?

— Unos gilipollas han decidido pagarla conmigo. No sé por qué. Luego me quitaron el dinero de la cartera y se largaron... supongo que los muy cabrones se habrán ido a pagar alguna puta.

Ryutaro agradeció que Takeshi no sospechase nada sobre lo que había pasado en realidad. Las magulladuras que tenían tampoco eran graves. Un poco de antiséptico con curitas y todo quedaría en nada en pocos días. Pero sabía que cada detalle de aquel incidente estaba planeado hasta el mínimo detalle. Wataru se había encargado de que Takeshi no necesitase de ir al hospital por sus heridas y que todo hubiese parecido un mero robo. Nadie podría sospechar que él estaba detrás de ello y el mensaje que le había mandado tampoco significaría nada para la policía con algo tan pequeño como esas magulladuras. Pero Wataru había conseguido su propósito. Socavar en el corazón de Ryu un agujero de incertidumbre y miedos.

— ¿Cómo supiste lo que había pasado?

Sentados en el sofá, Ryu curaba las heridas de Takeshi. Tenía inflamadas algunas zonas de la cara y otras tantas comenzaban a ponerse un poco moradas.

— Auch. —Takeshi se quejó cuando sintió la penicilina sobre una de sus heridas.

— Perdón.

Concentrado, Ryu intentaba colocarlo lo más perfecto posible, evitando que el pegamento de la cinta se adhiera a la herida.

— No lo sabía. Fui a comprar una cerveza al konbini y te encontré.

— Malditos gilipollas —Dijo Takeshi sin darle importancia a la inusual casualidad—. Solo tenían tres mil yenes en el bolsillo... ¿para qué roban a un estudiante de mierda si saben que somos pobres?

Ryu no dijo nada. Siguió curando en silencio las heridas de Takeshi. Ya se había dado una ducha y ahora estaba en pijama. Cuando terminó de colocarle las curas y ponerle alguna pomada por la zona del brazo, Ryu lo mandó a dormir para que descansara. Antes de meterse él también en la cama le dio de cenar a la gata, recogió un poco el salón y se fue a fumar un cigarrillo a la ventana de la cocina. Se dio cuenta de que hacía semanas que no lo hacía. Aquella ocasión lo requería.

Había sido una clara amenaza por parte de Wataru. En un primer momento se preguntó por qué Takeshi y no Shouta, pero luego las respuestas le llegaron solas. Si Wataru se atrevía a hacerle algo a Shouta antes del juicio todas las sospechas se activarían para dar veracidad a la versión de Kotori y declararlo culpable. Hacer daño a Shouta era delatarse a sí mismo. Descartada aquella incógnita, la otra pregunta era cómo había Wataru averiguado la existencia de Takeshi. Seguía preguntándoselo mientras fumaba el cigarrillo y miraba la luna desde la ventana. Dejó escapar el humo por la boca.

Wagamama Na Koi 3  ARASHIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora