Cap.2 Primer día de Instituto. 1 Parte.

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Eran las 6:00 am cuando sonó el despertador, con los ojos aun cerrados levanté la mano por encima de mi cabeza y presione el botón de apagado. Me incorporé lentamente quedándome sentada en la cama pensativa con la mirada perdida, cuando entonces me di cuenta de que era mi primer día de instituto, un escalofrío recorrió toda mi espalda, me levante con rapidez y fuí derecha al baño para hacer mi rutina mañanera. Me metí en la ducha cuando el agua salia ya caliente, a la salida envolví mi cuerpo con una toalla, peiné y sequé mi pelo, lo recogí en un moño ligero y maquillé mi piel con crema de color, rubor en mis mejillas, máscara de pestañas, brillo de labios y estaba lista para escoger mi ropa. Me dirigí apresurada al armario, escogí para mi primer dia algo adecuado, unos jeans negros ceñidos rotos por las rodillas, una sudadera corta blanca y mis Nike Negras.
Estaba lista así que recogí mis cosas en una mochila y baje a desayunar, mi madre me esperaba con el desayuno en la mesa.

-Buenos días Mamá. - La saludé.

-Buenos días hija, ¿Lista para tu primer día de clase?.

- Si bueno... Creo que si. - Respondí metiéndome un trozo de bizcocho de chocolate en la boca.

- ¡Tu tranquila! Seguro que conoces a mucha gente nueva. - Me animó mi Madre.

- Sí... Seguro que sí. -Espete con algo de inseguridad en mi tono de voz. - Bueno mamá, me voy que el Autobús estará al llegar. - La besé en la mejilla y salí por la puerta.

Mientras esperaba al Autobús sentía como la mirada preocupada de mi madre se dirigía a mi desde la ventana, me hacia sentir algo incómoda. Por fin, cinco minutos después el autobús del instituto se presentó enfrente de mi, suspiré y me dispuse a subir las escaleras.
Las puertas se cerraron tras de mi, avancé por el pasillo buscando un sitio libre con la mirada, una chica me miro e hizo señas para que me sentara junto a ella, no había mas sitios así que me pregunté ¿Por qué no? Y me dirigí a ella. Era de estatura media, como yo podría decirse, su pelo era tan rubio, ondulado y sedoso que parecía Albina, sus ojos eran azules y su tez pálida al igual que la mia, era una chica muy mona.

- ¡Holaaa! Me llamo Luna, Luna Parks ¿Cómo te llamas? - Me saludó efusivamente.

- Me llamo Afrodita, encantada de conocerte Luna. - La sonreí.

- Igualmente Afrodita, es un nombre curioso, me gusta, creo que seremos grandes amigas jajaja.

Su voz era tan dulce, hablaba como si no quisiera dañar el oído de un hada, dulce y misteriosa a la vez, su atuendo era extravagante y me provocaba curiosidad.
El autobús hizo una parada, las puertas se abrieron y subió al autobús un chico, era guapísimo, tez pálida, pelo pelirrojo largo con el flequillo a un lado, pecas al rededor de la nariz y por debajo de sus labios. Mis pupilas sé dilataron y mi corazón empezó a latir más deprisa. Luna debió notarlo porque me cogió del brazo y me susurró al oído...

- Se llama Roberto, es mi mejor amigo aunque también vamos juntos a clase ¿Te gusta, verdad?.

Mis mejillas se ruborizaron.

- Es muy guapo... - Confesé.

- Si, lo es. Muchas chicas del instituto están colgadas de él, pero el no las hace caso. Básicamente Roberto no piensa en chicas por ahora o eso dice.

Eso hizo que mi cara de tonta cambiase, me desilusione por completo. Había sido la primera vez que alguien me había llamado la atención así, de esa manera.

- Tranquila, no pongas esa cara, puedo ayudarte. La mayoría de las chicas hablan conmigo para que las ayude por el simple hecho de ser su mejor amiga, eso no me gusta así que paso de ellas, me quieren por interés, también por eso suelo estar sola pero tú eres diferente así que te voy a ayudar.

- Gracias! No se como agradecértelo pero no creo que sea buena idea, yo ya tengo novio... Esta en Londres pero aun así es mi novio. - La explique, aunque mi tono de desilusión aun se notaba.

- Entiendo.... Bueno, es hora de ir a clase toma, es un mapa del instituto, con los nombres de las clases y su localización. Siempre lo llevo encima, soy algo despistada jajaja - se echa una mano a la cabeza avergonzada - pero tú lo necesitaras más ahora. Quedamos a la hora del almuerzo, tu y yo tenemos que hablar de ciertas cosas y seguir conociéndonos.
Me dedica una dulce sonrisa, me da un abrazo y se aleja por el pasillo abarrotado por la multitud.

Miro el mapa lleno de dibujitos de flores y enredaderas que supongo que Luna habrá pintado y me dispongo a ir a mi primera clase, soy la primera en entrar y me siento en un pupitre.
Miro mis mensajes en el móvil mientras espero que la clase empiece, de repente alguien se sienta a mi lado e interrumpe mis pensamientos.

- Hola! Me llamo Roberto, encantado de conocerte - Me sonríe dulcemente - ¿Eres nueva aquí?.

Ahogue un grito. No podía creer que fuese el, y me estaba hablando a mi.

- Si, soy nueva en la ciudad y en este instituto, me llamo Afrodita, encantada. - Le dediqué mi mejor sonrisa.

- Espero que te guste Seattle, y tú nuevo amigo. - tose - Quiero decir... Que me consideres tu nuevo amigo y si tienes algún problema de donde se encuentra alguna clase házmelo saber jajaja.

Su risa era nerviosa, me encantaba, era tan agradable y dulce... Provocaba que me pusiera nerviosa, pero.. Tenia que olvidar ese sentimiento encontrado, tenia novio, aquello no podía pasar.

- Muchas gracias, eres muy Amable - le sonreí.

Me devolvió la sonrisa, era preciosa... *Cállate mente estúpida* la puerta se cerró, la profesora había llegado y la clase acababa de comenzar..

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