Return. Hunhan-Chansoo. EXO.

Capítulo XII: «De cuando las reflexiones cambian la realidad.»

N/A: El capítulo anterior ya está disponible para todos los usuarios, quitándose de privado. Si no tuvísteis la oportunidad de leerlo, ¡¿a qué esperáis?!♥ 

Capítulo XII: «De cuando las reflexiones cambian la realidad.»

Novia. Novia. Novia. Novia. Novia.

De nada podía valer que se repitiese la misma dichosa palabra tropecientas mil veces, en su cabeza no era lógico ni medio normal el incluir a Kyungsoo junto a una chica en la misma frase, excepto si le cambiaba el género por masculino y se ponía a sí mismo en ella.

Y es que, definitivamente, a Chanyeol esa noticia le había sentado como una mismísima patada en sus santísimas partes bajas.

¿Quién mierda era Jihyun y por qué no le estaba limpiando los baños? Aunque era estúpido poner el sustantivo en plural, ya que el alto con suerte compartía el único que había en su casa con la pesada y tardona de su hermana, justo la que en ese instante estaba aporreando la puerta como una loca para que la dejara entrar.

—¡Algunas personas también necesitamos evacuar, ¿sabes?!

Oh Dios, cómo odiaba en esos momentos a la molesta primogénita.

—¿Te quieres callar? ¡No estoy "evacuando"! —gritó indignado, imitando la última palabra pobremente con la voz chillona de la mujer.

—Ni istii iviciindi. ¿Entonces? Porque o estás haciendo el dos o te ha tragado el retrete, imbécil.

Chanyeol rodó los ojos con tirria. A veces se preguntaba qué hacía viviendo todavía con su madre y la plasta de su hermana.

—¿Te crees que si me hubiera tragado nada te estaría respondiendo, inteligente?

Del otro lado de la puerta parecieron dar una tregua, haciendo que la poca paciencia volviera al pequeño de los Park.

No duró mucho, por desgracia.

—Es verdad, aún no tengo la suerte de que desaparezcas de mi vista —murmuró lo suficientemente alto como para ser escuchada, volviendo enseguida a dar fuertes golpes—.   ¡Me da igual, sal de ahí, que tengo que irme a ganar la vida para no ser una inútil como tú!

Ouch, cuántos golpes bajos en unas cuantas frases.

A mitad de otro puñetazo a la superficie de madera Chanyeol abrió esta misma, quedando con una ceja alzada frente a la más baja -no por mucho, la familia Park se caracterizaba por ser altas torres de tensión-, la cual le empujó con el hombro para pasar al fin e intentar desaflojar el cinturón de su bonita falda de vuelo rosada.

Chanyeol siguió de pie mirándola solo hasta que tuvo que salir camino a su alcoba de nuevo porque, oh joder, realmente se iba a bajar la prenda ahí mismo, delante de él, tan sinvergüenza como ella misma.

—¡Con razón no tienes novio, noona! —gritó del otro lado de la estancia, escapando como cobarde antes de que la mayor se atreviera a hundir más –si es que era posible- su desgraciada vida.

—Mira quién fue a hablar, el virgen hormonal y pervertido que hace cosas raras con las fotos de sus ex amigos. ¡Por eso te abandonaron!

Y otra vez, pero doble OOOUCH.