El Jardinero (Eunhae+18)

2.- Reglas.

"Los placeres de la vida son muchos, pero habrá sólo uno que logre satisfacerte"

Su cuerpo tiene un color perlado eso debe ser por el calor.
Sus ojos están cerrados, sus manos se aferrán a las sábanas y de su boca salen sonidos muy obsenos.

Miro a nuestro alrededor: Su ropa y la mia estan esparcidas por toda la habitación mientras que las botellas de alcohol estan apoyadas en la esquina de una pared.

A lo lejos escucho música y gritos por lo que me doy cuenta de que la diversión ahí abajo debe ser increíble así que sin más me apresuro a terminar con lo que tengo aquí.

Muevo mi cuerpo más rápido, subo y bajo sintiendo su miembro entrar y salir una y otra vez, suelto un gemido y llevo una mano hasta mi miembro que pide atención y lo masajeo a medida que las embestidas aumentan cada vez más.

Gimo sin poderlo evitarlo y cuando siento que voy a correrme lo suelto y apoyo ambas manos en su pecho para moverme más rápido.

Finalmente y sin siquiera evitarlo me corro y mancho su torso y el mío de mi semen.

Jadeo y trato de recuperar la respiración, me retiro de su cuerpo y me siento al borde de la cama.

¡¡Joder a sido fantástico!!.

Busco mi ropa por todo el desorden y encuentro las prendas por distintos lugares, estiro mi pie derecho y tomo con la punta de mis dedos el bóxer para después ponérmelos.

- ¿Te vas tan rápido?

- Claro que si además ya he terminado. *no lo miro y tampoco me interesa*

- Pero yo aún no.

¿Qué? ¿ tanto problema por que aún no a terminado?.

- Lo siento cariño pero ya te lo advertí antes cómo funcionaba.

- Pero...

- ¡¡Basta!! *con el sachet de toallitas húmedas que suelo llevar limpio mi torso y me cambio lo más rápido* - Debiste haber escuchado antes lo que dije y ahora no tendrías ese problema *señalo su miembro aún erecto*

Frunce el ceño y yo río.

El juego es tan simple como para olvidarlo.
El juego tiene reglas las cuales no se pueden romper.
El juego termina cuando yo quiero.

Una vez listo y con toda la ropa en su lugar me pongo de pié y camino hasta el espejo, mi cabello sigue estando perfectamente peinado, mi rostro no tiene señales de sudor, mis labios tampoco están hinchados, y mi cuello tampoco tiene marcas, sonrió ante mi reflejo y me doy la vuelta observándolo como sufre.

- ¿Sabes qué? * levanta la cabeza y me mira esperando a que siga* - Te has portado muy bien por lo que eh decidido darte un premio.

- ¿En serio?

- Claro que sí

Me dirijo nuevamente hacia él y cuando estoy lo suficientemente cerca estiro mi mano y garro su miembro.

Lo escucho gruñir y germir mi nombre al mismo tiempo.

Mi mano hace un gran trabajo, subo y cuando siento la punta en la palma;  mis dedos la aprientan, al momento de bajar lo hago tan lento que él mueve su pelvis para que acelere <pero no lo hago> continuo con los mismos movimientos por unos minutos más y cuando siento que va a correrse acerco mi boca y soplo sobre la punta.

Grita y gime mientras que yo río.
Suelto su miembro y lo veo correrse en abundancia.

- Mi trabajo aquí a terminado. *digo riendo  y salgo por aquella puerta que ha sido la única testigo de todos mis encuentros*

Bailo, fumo, canto, bebo y cuando estoy al límite de perder la conciencia decido irme.

Las reglas son las reglas.

Paro un taxi y le doy la dirección de casa, una vez ahí pago con un sólo billete sin importarme el cambio.

Abro la puerta y entro, el ambiente de casa es más tranquilo y sin saber porqué dirijo la mirada hacia el jardín: las hojas secas y la hierba mala han desaparecido, los árboles y flores están completamente bañados en agua mientras que los frutos han sido retirados.

Sonrio, él ranchero a hecho un buen trabajo.

Una vez estoy dentro voy a la cocina tengo tanta sed que ni siquiera me preocupa encender la luz. Ya eh hecho esto mil veces que incluso se cuántos pasos dar.

Seis a la derecha y sé que estoy en la encimera, tomo un vaso; volteo y doy cuatro pasos más el refrigerador choca con mi pecho y suelto un bufido, despacio abro la puerta del congelador y tomo los hielos para después bajar y tomar el agua.

Nada mejor que hidratar tu cuerpo.

No sé ni qué hora es pero tampoco me importa mañana no iré a clases así de simple.

Cuando termino dejo el vaso en cualquier lugar y me dirigo hasta la puerta.

Justo cuando estoy por pasar por ella un cuerpo duro y fornido choca contra el mío haciéndome caer de culo al piso.

- Pero qué mierda.

- Joven Donghae

Esa voz, su maldita y estúpida voz hacen que me ponga de pie muy furioso.

- ¡¡Hey tú!! *apenas y logró verlo así que atino a señalarlo en cualquier lugar de su cuerpo <el alcohol tampoco ayuda>* - ¿¡¡Que se supone que haces paseándote por mi casa!!?

Siento la cabeza darme vueltas, me balanceo hacia atrás y mi dedo baja hasta una zona que siento muy dura.

- Yoo púes....

Escucho un sonido raro salir de su garganta y frunzo el ceño, la palma de mano de pasea por está y caigo en cuenta de que lo estoy tocando, abro los ojos cómo platos al saber la respuesta.

¡¡Joder acabo de tocar su vientre bien formado, vaya que tiene cuadritos!!

Empiezo a sentir que mi rostro se calienta hasta la orejas <jamás me había pasado> y aparto la mano como si hubiese tocado algo prohibido, la sacudo como que tratando de quitarme esa sensación.

- Yo.. ir-iré a dormir bue- buenas noches.

Y salgo corriendo de ese lugar sin importarme el vaso de agua y que la cabeza me dé mas vueltas de lo normal haciendo que en el camino choque con las paredes hasta llegar a la habitación.

Me desnudo y corro al baño a por una ducha de agua fría y no es exactamente por la actividad realizada.

¡¡Joder nó!!

Acabo de exitarme al sentir la piel del ranchero.

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