IV. I'm okay

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¡Nuevo episodio! Aunque los estudios consumen todo mi tiempo he conseguido sacar un poco para escribir  . Gracias por el apoyo que le estáis dando a la novela y por los comentarios positivos :)

Los siguientes días transcurrieron con una aparente normalidad tanto para Delia como para Jonathan

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Los siguientes días transcurrieron con una aparente normalidad tanto para Delia como para Jonathan. Ambos asistían a clase y, aunque en ocasiones se cruzaban por los pasillos, sólo pasaban juntos escasos minutos.

Siempre que la pelinegra trataba de acercarse a Jonathan, éste hablaba de forma breve y esquiva para terminar desapareciendo entre el barullo de gente que inundaba el instituto.

La chica no lo entendía. ¿Es que había hecho algo que pudiera enfadarle? No lo sabía.

Mientras se sumía en sus pensamientos tratando de buscar una respuesta a su propia pregunta, una voz ronca y áspera la sacó de sus ensoñaciones rápidamente.

—Delia, ¿nos abandonas tan pronto? —preguntó de forma jocosa.

Era el señor Richardson, el profesor de la clase de representación artística a la que se suponía que debía estar atendiendo en aquel momento.

La pelinegra, al ver que se había convertido en el centro de atención de las miradas curiosas y furtivas de sus compañeros, se limitó a asentir tímidamente como respuesta y a sentarse bien en la silla.

Un minuto después volvió a su mundo; se le daba demasiado bien fingir interés por la clase como para tener que prestarlo realmente. Además, no decían nada que ella ya no supiera.

Lo único que llegó a procesar su cerebro fue la última frase del señor Richardson.

—Mañana recogeré el trabajo fotográfico que os mandé, ya sabéis que vale la mitad de la nota.

Joder, casi lo olvido.

Quedaba poco más de una hora para que finalizaran las clases de aquel día y todavía tenía que ir a la famosa sala roja a revelar las fotos de su trabajo.

Se suponía que era un trabajo en el que debías fotografiar todo lo que te hacía sentir feliz. No importaba de qué fueran las fotos o cómo se hicieran, ni si los demás las entendían o no.

Mientras tuvieran un significado para ti, era suficiente.

Cuando estuvo frente a la habitación entró rápidamente y se dirigió al lugar donde revelaría sus fotos, mirando fijamente las hojas que ahora eran negras pero más adelante mostrarían lo que la hacía feliz.

Estar mirando fijamente aquel fondo negro hizo que estuviera a punto de chocarse con alguien que se encontraba dentro de la sala.

Era tan silencioso que la pelinegra ni se percató de su presencia cuando entró.

Sólo cuando levantó la vista con la intención de pedir perdón, se dio cuenta de que había estado a punto de arrollar a Jonathan.

—Lo siento —murmuró, como si estuviera prohibido levantar la voz en aquel lugar.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2016 ⏰

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