Jueves 29 de septiembre de 1939

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Ya está bien, estoy cansado de llorar y de quejarme por este diario todos los días,
¡¡Quiero hacer algo que sirva de verdad!!.

Hoy por fin vi a mi madre, la verdad es que sólo al verla le conté todo lo que me habia pasado, incluso el amor prohibido que habia tenido con un chico fantástico que habia muerto por mi.
Todo iba bien hasta, como siempre, alguien lo estropeó.
Derrepente entraron a la fuerza en la casa y mandaron a tirarnos al suelo, después de eso me dieron un golpe en la cabeza y perdí el conocimiento.

Cuando me desperté estaba en una habitación preciosa, como la de un Palacio, tenía cortinas de buena calidad, la cama en la que estaba acostado, las sábanas eran de lino y la lámpara que alumbraba toda la habitación era una araña preciosa, que por cada rayo de luz un recuerdo me venía a la mente.

Me levanté de la cama, me dirigí a una puerta que estaba en la pared de frente de la cama y cuando la abrí, lo primero que vi fue una niña que me dijo:

- Estas bien no te preocupes, lo único que puedo decirte es eso y lo unico que debes saber es que cuando entraron los soldados nazis a tu casa, un minuto después, entró un grupo de soldados estadounidenses que te trajeron aquí.
Yo pregunté:

- ¿Y mi hermana y mi madre?

Ella contestó :

- Lo lamento pero sólo pudieron salvarte a ti sólo, ellas trágicamente murieron en el intentó. Lo siénto.

La Vida De Un JudíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora