Luego de aspirar aquel aroma plácidamente masculino, y escuchar la gruesa pero dulce voz de ese desconocido, cierta conmoción despertó en ella.¿Real?
Bien podía ser un sueño y pronto despertaría. Todo el tiempo que pasó analizando ese pequeño punto abarcó varias clases. Tras aquel abrazo todo se volvió confuso.
Iniciando por la disculpa del chico, terminando en su problemática actual.
- ¡Erza!- gritó su amiga de ojos azules.
- L-lo siento...
- ¿Sabes si quiera por qué te disculpas?- La pelirroja negó abochornada, Mirajane Strauss suspiró implorando paciencia a cualquier ser omnipotente- Te pregunté si estabas de acuerdo con su vestuario.- cruzó sus brazos y los pegó a su pecho mientras observaba a su amiga analizar su entorno.
- S-sí.- asintió lentamente.
- ¿Sí te gusta o sí lo odias?- la ceja levantada de la Strauss y aquella pose pacientemente autoritaria bastaban para que ella comprendiese la gravedad del asunto.
- Sí me gusta.- respondió con mas firmeza que antes.
- Espero que esa "seguridad" no este presente en la función de hoy.
- Yo también.- aceptó pasando su vista por el escenario sobre el que se encontraba.
Todos los chicos del club de teatro habían trabajado muy duro para completar aquellas estructuras a su alrededor. Un castillo, balcones, praderas, un jardín, e inclusive un dragón que con la ayuda de cierto pelirosa pirómano escupiría fuego. Ella era uno de lo actores principales de la obra, y esa mañana entre el ajetreo de llegar a clases y el sorpresivo encuentro con aquel chico, su mente había olvidado la responsabilidad que ella tenía.
- No temo a nada, tú éstas conmigo y eso me da fuerza.- repasó el libreto. Había memorizado cada línea de aquella obra. Ella interpretaba a un caballero que peleaba por amor a una princesa, un cruel rey se oponía a su unión y el caballero emprendió un largo viaje para ganar la bendición del rey, sin embargo, este rechaza la solicitud aun después de que él ha recorrido el mundo venciendo toda clase de monstruos, por lo que el caballero se despide con tristeza de su amada y decide partir en un nuevo viaje. Pero cuando está por marcharse un dragón ataca el castillo y él vuelve con el fin de proteger a la princesa.
El rey ve directamente la valía del cabello y tras la caída del dragón permite la boda entre el caballero y la princesa.
Erza practicó su mejor secuencia de estocadas pasando de golpes suaves a destructivos ataques. Suspiró pesadamente al oír aplausos a su espalda.
- Muy bien Erza.- felicitó Simon sonriente- Ya estoy listo para esto. - su amigo tomó una espada de madera.
- Yo estuve listo desde que llegué.- desenvainó su espada a la espera de algún movimiento. La pelirroja comenzó a reír.- Nada mal para un novato.
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Virtual Boy
Fanfic"Diseña a tú gusto...Entrega en 12 horas..." El enunciado de aquella página web no prometía absolutamente nada, y al ser un juego infantil... ¿Qué perdería con intentarlo? Ya había mentido y pronto todos lo sabrían, sin embargo, el pedido incluía pa...