El precio de vivir

Capítulo 11: Sarah Miller.

Tenia la impresión de que el día nublado se hizo así porque Gime se fue hace ya un día. Apenas me mandó un mensaje diciendo: "Llegué". Creía que era una señal de avanzar, de ya no buscar las respuestas a preguntas que no me conciernen. Tal vez Rodri hizo todo porque en serio quería hacerlo. Él era mi amigo, pero después de su muerte...y después de Tyler no debería permitir que nadie más salga lastimado.

Pero apenas llegué al colegio, vi a alguien que jamás vi. Les pregunté a Leila y Ahsley quién era esa chica...

Ashley

- Vos definitivamente no estas al corriente de la moda y las últimas noticias.

Leila

- Ella es Sarah Miller, la chica de intercambio que cambió lugares con Gime.

Luciano

- Ah mira vos... ¡Para! ¿No me veo a la moda?

Sarah

- ¡Hola! ¿Ustedes son?

Luciano

- Yo soy Lucho o Luciano o como me quieras llamar y ellas son Ashley o "Ash" y Leila.

Sarah

- Ah, Claro. Los chicos que estuvieron secuestrados por ser amigos de ¿un discapacitado?

Lucho
- Gay.

Sarah

- Ups, perdón.

Ash

- ¿Por qué te mudaste a este lugar tan peculiar?

Sarah

- No era mi primera opción, pero supuse que la gente aquí seria interesante.

En ese momento ella parecía alguien misteriosa. No sé por qué en las rubias se ven algo raro o tal vez sea solo una suposición errónea. Cuando terminaron las clases del día no vi lo que haría mientras caminaba hacia mi casa.

Sarah

- Hola de nuevo, ¿te acompaño?

Lucho

- Emm si queres.

Sarah

- Veo que estás molesto. Si es por lo que hice hoy...

Lucho

- No, en realidad no creo que seas la persona correcta para decírselo.

Sarah

- Mira, te voy a decir la verdad. Que viniera no fue coincidencia. Sabia que algo raro pasaba con vos... si necesitas algo, te puedo ayudar.

Luciano

- Creo que no es lo mejor que me ayudes. Ya mucha gente lo intentó y salieron muy lastimadas...

Sarah

- Pero...si necesitas algo. Yo estoy con vos.

Me besó en la mejilla. Puse cara rara a todo eso y entré en casa. Necesitaba pensar pero algo me interrumpió, una llamada.

Gime

- Hola mi amor, ¿cómo está todo por allá?

Lucho
- Bien, bien.

Gime

- Pareces algo cansado.

Lucho

- Estoy bien. ¿Vos cómo estás?

Gime

- Bien, los estudios son algo abrumadores, pero todo lo demás es aburrido.

Lucho
- Ah bueno. Nos vemos, tengo mucha tarea.

Gime

- Te amo.

Tardé en responder, pues no sabía qué decirle, no sé por qué

Gime

- ¿Por que te agendaste ahora como Lucho ahora en tu celular?

Lucho

- No sé.

Gime

- ¿Estás ahí?

Colgué el teléfono. No entendía si en serio sentía lo que hace un día le dije. Llamó dos veces más y le respondí con un mensaje que decía: Me voy a dormir.

Decidí bañarme y aclarar las ideas con el agua. Nuevamente, sin resultados.

Alguien más llamó: Sarah. A ella sí le respondí.

Sarah
- Hola, ¿te molesté con lo que dije?

Lucho

- No, para nada. Creo que podríamos ayudarnos mutuamente.

Sarah

- ¿Qué tenes hasta ahora?

Lucho

- Te hago un resuman: Hasta ahora, recibí una llamada de alguien que no conocía y de repente me dice que cosas más grandes que las que pasaron se acercan y que jamás conocí a mi mejor amigo de verdad.... Ya no se que hacer y nadie que esté cerca me puede ayudar porque podría salir lastimado. Perdón te estoy aburriendo con todo esto....

Estuve a punto de colgar, pero ella me interrumpió.

Sarah

- ¡¡Para!! Tal vez tenga una nueva noticia.

Lucho

- Decime.

Sarah

- Unos días antes de que tu amigo muriese, siempre a la misma hora: 9:17, visitó el mismo casillero, pero el video está incompleto.

Lucho

- ¿Cuál casillero?

Sarah

- 022.D.

Lucho

- ¿Y cómo hiciste para averiguar todo esto?

Sarah

- Emmm.... tengo contactos por ser muy lista.

Lucho

- Pero, según los rumores, ese casillero estaba cerrado porque nadie jamás lo había usado.

Sarah

- Supongo que tenemos que investigar más.

Lucho

- ¿Tenemos? Me suena a manada.... y suena muy bien.

Sarah

- Tenemos una cita.