Capitulo 18: Decisiones internas.

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Desperté en un escenario oscuro en el cual estaban atadas Gime y Sarah.

Gime

- ¿Están bien?

DESTINO

- (Apareciéndose) ¿Importa? Jajajajajajajajaja. Ahora que han arruinado todo. Todos morirán. Han hecho de mi misión, mi vida, o mejor, las suyas una miseria, un fracaso.

Sarah

- ¿Nos dejarás morir?

Lucho

- ¿Qué sucedió con la bomba?

DESTINO

- No explotó. Por ti y tu libre albedrío, lo descompusieron. Y, para que lo sepas. Te mentí, eso mataría a la población total de la Tierra. Tus amigos morirán por las acciones tuyas, de Rodri y de Timmy.

Gime, Sarah y Lucho

- ¡Tyler!

DESTINO

- ¡Como se llame!

(Se hizo un silencio abrumador que se rompió con una amenaza profunda)

DESTINO

- Hagámoslo divertido. Dejaré esta arma en tu mano (la mía). Tendrás que elegir quién muere y quién vive de ellas dos.

Lucho

- No puedo. No soy asesino, como tu.

DESTINO

- ¡Hazlo o todos mueren!

Lancé el arma hacia el lado de Gime. Mientras DESTINO me golpeaba por haberlo hecho. Caí hacia el suelo.

DESTINO

- Miserable idiota. Eres un tonto igual que ellos.

Gime se desató no sé cómo. Tomó el arma con una mirada furtiva y amenazante y disparó primero a DESTINO y luego a Sarah.

Él cayó enfrente de mí pero no estaba muerto, aún.

DESTINO

- (Mientras desangraba) Eres un tonto. Tu mundo jamás sobrevivirá sin mí.

Gime me desató sin decirme una palabra.

Lucho

- Ya lo hizo.

Le pegué un tiro en el medio de cabeza de la manera más brutal que se me ocurrió. Luego la miré a ella, la abrasé sin decir nada y le susurré: Te amo, al oído. Nos escapamos por el mismo lugar donde habíamos entrado. Tiré el arma en el arroyo cerca de la plaza.

No hablé de lo que hizo. Estábamos en shock. Pedí permiso para dormir en su casa. Me bañé allí. Con el pretexto de que el agua caliente no se gastara, le pedí que entrara junto a mí a la ducha. A diferencia de las miles de veces que estuve junto a ella y su cuerpo estaba fría, y su mirada, perdida.

La amaba y estaba con ella. Eso era lo suficiente y justo que la vida me podía dar.

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El precio de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora