Capítulo 17: El precio de vivir (Parte IV: Fuera de tiempo.)

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El timbre aún no suena (según entiendo, suena a las 7:30). Puse el cronómetro quedan 21 minutos.

Miré a mí alrededor, sólo estaba el kiosco y unos arbustos. Tendría que revisar ahí. Eran demasiados.

(En la sala)

Gime

- ¿Se fue?

Ash

- Eso creo.

Sarah

- ¿Qué haremos ahora?

Leila

- No queda mucho que hacer. Tenemos libre albedrío.

Sarah

- Considérense afortunadas. Tienen todas lo que quieren. Y se supone que jamás tuve poder, jamás hice nada de lo que creí hacer.

Gime

- El poder es relativo. Técnicamente aun puedes ser mejor que todos.

Leila

- ¿Dejaras que ese tipo decida tu destino?

Sarah

- No, hoy no. Ash, hay un cuchillo detrás de ti. ¿Puedes alcanzarlo?

Ash

- Si.

Gime

- ¿Qué ahora todo el mundo se pone apodos nuevos?

Leila

- Un poco más. Vos podes.

(Alcanzándolo)

Gime

- ¿Estas sogas no son invisibles?

Ash

- (Desatándose) Al parecer no.

Sarah

- Vámonos.

(Corriendo por el pasillo)

Sarah

- Estamos cerca.

DESTINO

- (Desde el final del corredor) No lo creo.

(La puerta se cierra, dejando del lado de adentro a Gime y Sarah en una inmensa oscuridad.)

Ash

- ¡No chicas!

Sarah

- Deben seguir.

Gime

- Busquen y ayuden a Lucho. Le falta poco tiempo.

Leila

- ¡Vamos!

Ash

- Es inútil. ¡Volveremos!

Sarah

- Tengan cuidado.

Gime

- ¿Dónde estás Sr. D?

Sarah

- Tengo miedo.

Gime

- Toma mi mano.

Sarah

- (Tomándola) De acuerdo.

(En el patio)

Leila

- ¡Lucho!

Lucho

- ¿Qué hacen aquí? ¿Y las chicas?

Leila

- Quedaron atrapadas con DESTINO.

Lucho

- ¡Debo ir!

Ash

- (Tratando de detenerme) No, no. Te quedan sólo 6 minutos.

Leila

- ¿Qué hiciste todo este tiempo?

Lucho

- Buscando la bomba.

Ash

- (Señalando) ¿No es eso?

Miré hacia el armario de la portera.

Lucho

- Nos quedan exactamente 4 minutos.

Leila

- Distraeremos a los profesores y a los demás chicos. Eso nos dará más tiempo.

Abrí la tapa de la bomba. Quedan 3 minutos. De pronto corté los cables que estaban. Pensé que estallaría. De pronto un ensordecedor sonido agudo corrompió mi cabeza. Me desmayé.

El precio de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora