El tiempo se fue volando, desde aquella ardiente noche de pasión de los reyes de Tokio de Cristal, habían pasado ya diecisiete años. Todo ellos que lucían igual que en aquella época gracias a lo que paso, vivían muy felices. Rini estaba en su habitación estudiando cuando...
—pequeña, pequeña dama.
—que no me digas así Luna—dijo apartando el fastidioso libro de matemáticas—dime.
—la reina la necesita en el salón principal, dice que se apresure.
Ella salió, en su hermoso vestido de princesa se veía igual que su madre en el pasado. Ella era idéntica a Serena cuando tenía su edad con la diferencia que se había cambiado el color del cabello, Rini que era una chica rebelde, se lo había cambiado de color sin permiso. Lo cual le acarreo un fuerte castigo por parte de su disciplinado padre. Con el tiempo, ellos se acostumbraron a verla así, peli rosa. Ella era de tonalidad blanca, muy blanca, sus ojos azul zafiro como los de su padre y con la bella figura y escultural de su madre. Era una adolescente muy hermosa, una de las más hermosas de todo el reino.
—hola mama ¿me mandaste a llamar?
—mira quien vino a verte—dijo muy sonriente mientras el salía.
—¡Hector!
—¡Rini!—dijo feliz y abrazándola—tú cada día más hermosa prima, estas divina.
—¿Cuándo llegaste?
—ayer, solo que mi mama quería que estuviera más tiempo con ellos antes de salir a ver a todos mis amigos ¿Cómo ha ido todo por aquí?
—lo de siempre—dijo riendo—fue un verano muy largo. Es una pena que mañana tenga que volver a clases.
—disculpe Neo reina—dijo una linda señorita de cabello negro y linda figura—dice mi mama que si les ordena te o algo su majestad.
—no Diana, gracias.
Diana era la hija de Luna y Artemis, era una niña dulce, tierna y muy educada. Sus padres eran muy estrictos con ella, sobre todo su madre. De cabello liso negro largo, ojos color miel, finas facciones y cuerpo delgado aunque bajita era una chica muy atractiva y muy dulce.
—espera Diana—dijo el apuesto rubio de ojos verdes—no te vayas. Vengo a pedirte permiso tía.
—¿y como que será Hector?—dijo Serena sonreída—tu siempre metes en problemas a mi hija con su papa. Recuerda lo que paso la última vez.
—pero esta vez no tengo la moto tía—dijo riendo—mi papa me la quito. Vengo a pedirte permiso de que las dejes ir conmigo a una fiesta en Elisión, hoy llega el príncipe Helios. Hotaru me mando la invitación ¿y la tuya Rini?
—no se—dijo confundida—nunca me llego.
—seguro tu papa tuvo que ver con eso—dijo muy pensativa—está bien, pueden ir.
—disculpe Neo reina—dijo Diana en un bello vestido gris claro—no creo que mi madre me deje ir.
—no te preocupes por ella—dijo sonriente—yo me encargo, anda Rini ve con Diana y se arreglan. Hector te espera aquí ¿verdad Hector?
—¿ah?—dijo Hector que no dejaba de ver a Diana—si, si reina. Lo que tú digas tía.
—¡Hector!
—¡madrina!—dijo él mientras ella soltaba las bolsas y lo abrazaba—hola madrina ¿Cómo estás? Hace mucho no te veía madrina.
—si mi amor—dijo ella llenándolo de besos por todo el rostro— ¿Qué tal tus vacaciones? ¿Te gustaron?
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Pasaron los años en Tokio de Cristal...
Fanfiction¡Hola! y si, yo de nuevo. No las voy a aburrir con un cuento largo. Las que me han leído pues ya saben como va a ser esta historia :) Esta historia se sitúa en Tokio de Cristal, pasaran los años y el turno de hacer travesuras y maldades, sera para s...