Capítulo 20

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Al despedir a Zar y a su gente, ellos entraron al palacio. Como la esposa de Goku había quedado algo herida por la indiscreción de su esposo al no controlar su fuerza, Hotaru le ofreció ayudarla en el palacio. Dentro del palacio todo estaba muy decorado y listo para la celebración, Damián que estaba tan contento, puso música y pidió a las personas que trabajaban para él en el palacio, que atendieran muy bien a todos sus invitados. Por extraño que pareciera, el amigo de Goku, Vegeta, se estaba divirtiendo mucho en ese lugar. Pues debía ser porque en verdad, lo trataban como a un príncipe.

Pasadas dos horas de estar sentados bebiendo y charlando alegremente, Serena se levanto y dijo con una bella sonrisa:

—creo que es hora de irnos, la verdad ha sido un día muy largo y aunque esta fiesta está muy divertida, quiero descansar.

—nosotros también nos vamos—dijo Milk con una vendas y levantándose—es lo mejor. Vámonos Goku.

—pero señora ¿no les gustaría quedarse en nuestro palacio esta noche? Usted aun se ve mal herida y pueden partir mañana temprano ¿Qué dicen? Mi esposo y yo los atenderemos muy bien.

—a mi si me gustaría quedarme Kakaroto. Muchas gracias por su invitación reina, es usted muy amable.

—bueno—dijo sonriente—entonces no se diga mas príncipe, vámonos.

—voy a ir por Rini, no tardo.

—ah no, no molestes—dijo tomándolo de la mano— ¿no ves como se esta divirtiendo con su novio y los muchachos? No seas cansón y déjalos, que vayan mañana.

—Serena...no vamos a empezar.

—¿quieres que te encierre otra vez?—dijo divertida mientras todos reían—o mejor aún, le puedo pedir al señor Goku o al príncipe Vegeta, que te neutralicen ¿eso quieres?

—creo que mejor nos vamos—dijo sonriendo y saliendo con todos.

Los muchachos que vieron cuando todos sus padres se levantaron para irse, se acercaron a ellos. Insistiéndoles mucho para que aun no se fueran, no pudieron convencerlos. Ellos explicaron que estaban cansados y que no entendían como ellos tenían tanta energía para seguir celebrando, explicando que eran jóvenes muy enérgicos, rieron divertidos al despedirlos. Los muchachos volvieron a su animada fiesta, mientras sus padres tomaban diferente rumbos de camino para el reino.

Al rato de que Serena y sus amigos se fueran, se fueron los padres de Helios y Damián. Ellos felices porque se habían librado de tantas responsabilidades al fin, tenían programado un viaje para ese día. Tomando sus maletas y despidiéndose de sus hijos y sus nueras, los dejaron completamente solos en el palacio.

—es increíble que tú mamá te haya dado permiso de quedarte dulzura, increíble.

—ay mi amor—dijo mientras bailaba con el—me asuste tanto hoy, me dio tanto miedo. Me da mucho miedo perderte Héctor, yo te amo.

—y yo a ti preciosa—dijo abrazándose a ella—y yo a también te amo mi amor.

Kate al igual que Rini, estaba en la mesa esperando a su novio. Ella estaba tomándose un trago y riendo muy animada con Rini y Helios, cuando de pronto lo vio llegar con el traje de etiqueta sin saco y muy sucio.

—¡la encontré bombón! Mira, ten mi amor.

—¡Michael!—se levanto ella con una gran sonrisa— ¿Cómo hiciste? Midori la mando lejos y pensé que jamás la volvería a ver, gracias mi amor. ¡Gracias!

—no hay nada que yo no haría por mi hermosa y encantadora fiera—dijo mientras se la ponía—te amo bombón, te amo.

—y yo a ti—dijo abrazándolo y dándole un beso.

Pasaron los años en Tokio de Cristal...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora