Capítulo 7

287 18 0
                                    


Una semana pasó y Helios ya tenía todo listo para secuestrar a la hija del temperamental y agresivo rey Endimión, junto a Héctor aquella noche en la que tantas cosas habían pasado idearon un plan. El plan de Helios consistía en pedirle a Hotaru que llamara a pedir permiso para que la dejaran pasar todo el fin de semana con ella, Héctor que se le ocurrió acompañarlo para así poder estar a solas y tranquilo en compañía de su novia, planeaba darle la sorpresa a Diana. De esa forma quedaron y como estudiaban en la misma universidad y se veían todos los días, hablaban constantemente.

—Hola, Helios, ¿Cómo estás?

—Hola, Héctor, bien gracias, oye, ¿ya tienes todo listo? Recuerda que nos vamos hoy en la noche.

— Sí, ya tengo todo listo. —Dijo sonriendo— Estaré en tu apartamento después de ir al entrenamiento. Esa Kate, ¡si es muy de buenas!—dijo a carcajadas—se salvo de ir al entrenamiento. La que si no lo pudo evadir esta vez, fue tu querido tormento. El tío Darien puso como condición que fuera al entrenamiento para dejarla ir a la casa de Hotaru.

—bueno, bueno, como sea—dijo entrando con él a la universidad—vamos. Lo importante es que podremos salir esta noche, tú imagino que vienes en tu moto. Pero no te preocupes, la puedes dejar guardada en el estacionamiento de mi apartamento, no hay problema.

Mientras ellos planeaban muy alegres entrando a la universidad, Kate, Diana, Michael y Rini estaban en el receso de la escuela. Como los buenos amigos que eran hablaban muy divertidos de cuando habían festejado hasta tarde con sus papás, Rini muerta de risa decía:

—si Kate si hubieras visto, no le conocía esos pasos a la tía Amy. Baila súper bien, la pasamos tan bien esa noche ¿no es cierto Diana?

—sí, era la primera vez que veía a mis papás tan ebrios—dijo riendo—lo que más me gusto, fue como sailor Mars se subió de caballito con su esposo.

—ay Diana—dijo Michael apenado—no lo digas. Se me hace difícil imaginarme a mi mamá en esas, no te creo. Mi mamá es muy seria.

—pues es verdad mi querido amigo—dijo Rini riendo abrazada a Diana—fue una noche mágica, lastima lo que paso con el imbécil ese que molesto a Kate y a Diana.

—¿podríamos no hablar de eso por favor?—dijo Kate muy seria al igual que Michael.

Afortunadamente para ambos, el timbre sonó. Esa incomodidad que se sentía entre ellos dos, era debido a algo que paso aquella noche cuando Michael la llevo a su casa. Kate que nunca se sonrojaba por nada, esquivo la mirada y se fue a su salón. Michael estaba aburrido porque él la quería mucho y durante toda esa semana, ella había sido distante y algo dura con él. Pero muy pronto las cosas estaban por aclararse entre ellos de una forma muy inesperada.

Los chicos terminaron sus clases y fueron a sus casas a cumplir con sus deberes, Kate fue a su apartamento, alistando su maleta y después de descansar y despedirse de su padres, tomo sus llaves y volvió a la escuela. Diana al igual que Kate, estuvo en su casa descansando y alistando todo para salir de viaje para luego salir del palacio. Al salir se encontró con Héctor que llegaba para el entrenamiento de ese día.

—¡hola mi amor!

—¡Diana mi amor!—dijo abrazándola mientras Luna seguía al auto— ¿ya te vas dulzura?

—si mi amor—dijo algo aburrida—voy a extrañarte mucho ¿puedo llamarte en la noche?

—claro que si mi amor—dijo dándole un abrazo y sonriendo sin que ella pudiera verlo—yo también voy a extrañarte, diviértete mucho nena.

Pasaron los años en Tokio de Cristal...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora