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Cuando desperté estaba en la cama de un hospital, mi padre junto a mi.

—¡Gabriela!— fué lo primero que pude decir.

—Hijo, despertaste.— sonaba cansado y triste.

—¿Cómo está Gabriela, papá?, ¿está bien?

Silenció. Silenció. Silenció.

—¿DONDE ESTÁ GABRIELA, PAPÁ?

—Ella está en estado de coma, hijo.

Te Amé, Te Amo Y Te Amaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora