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Me sentía estúpido marcando al celular de Gemma, era evidente que no contestaría.

Cinco pitidos. Seis pitidos. Siete pitidos. Buzón de voz.

Saber que una muchacha cualquiera que esta loca de remate la tiene no me deja tranquilo. Debí haberla cuidado mejor.

Tenía suerte que estuviésemos de vacaciones porque si no fuese así, no sé que pasaría. No podría concentrarme en nada. Y para ser honesto, ninguna de esas mierdas que nos enseñan en la escuela me importan si no puedo impresionar a Gemma ellas.

Mi mente era un desastre, no sabía ni en que centrar mi preocupación, mi atacante, el hoyo de tristeza que yo había cavado, que Scott saltase en el hoyo de triste que cave tras la muerte de Allison, o en el paradero de Gemma. Simplemente no podía centrarme en ninguno.

Me levanté del taburete en el que estaba sentado y tomé mi mochila, tomaría un pequeño paseo al bosque.

Salí de la casa de Scott tomando la copia de las llaves que me había dado Stiles, no tengo la menor idea de porque tiene más de una copia. Demonios, no sé porque siquiera tiene una copia de la llave. Pero no podía preocuparme por eso ahora, tengo mayores preocupaciones.

Caminé más rápido, quería volver a oler su perfume, aunque no fuera ella, quería mantener su imagen viva en mi cabeza. Tal vez si me la imagino viva, me convenza a mi mismo de que lo está.

El olor a vainilla me aturdió un segundo, di un paso atrás. El olor se esfumó tan rápido como llegó. Un paso adelante, el olor me aturdió otra vez. Me encontraba como un idiota dando una paso adelante y otro atrás. Como si hubiese una pequeña línea imaginaria hacía donde se podía sentir el olor.

Me adentré más en el bosque intentando no salir del área en la que el olor me rodeaba.

Junto a mí paso una bala, fallando por cortos centímetros mi cabeza.

—¡Me parece que tienes muy mala puntería!—grité a la nada, no podía verla, pero sabía que la chica que me atacó estaba allí. Podía escuchar su corazón, sereno, latiendo a un ritmo normal.

Otra bala salió disparada rozando mi brazo, lleve mi mano a este.

—O tal vez lo hago a propósito.

Strangers (Teen Wolf) |Isaac Lahey|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora