Capítulo 4 Maratón 1/3
Diez años después.
Kate se levantó con la voz de su hermana. Estaban llegando tarde al primer día de escuela.
La vida de Kate había mejorado muchísimo en estos últimos años, había empezado a ir al colegio al cual concurría su hermana y se sentía mucho mejor con ella misma. Ahora podía intercambiar palabras con las personas, pero solo por trabajos escolares. Con las únicas personas con las que podía tener conversaciones fluidas era con su familia, sobre todo con su hermana que la ayudaba y apoyaba en todo.
Se levantó de un salto de la cama y se puso lo primero que encontró, una remera roja de mangas largas, a pesar de que hacía más calor de lo normal, digamos que Londres no era un lugar cálido, pero tenía sus días. Un jean y sus zapatillas rojas preferidas. Ató su pelo con una simple colita, de la cual algunos mechones se escaparon y tomó sus cosas del colegio.
Bajo las escaleras de dos en dos, y casi se cae en más de una oportunidad.
Lila: Hija te dije que tengas cuidado al bajar las escaleras – la regañó su mamá a lo cual ella contestó con una sonrisa,”de yo no hice nada”. Lila simplemente revoleó los ojos y les pasó los almuerzos a sus hijas- ¿No van a desayunar? – preguntó cuando vio a Tefi tomando del brazo a su hermana mientras la arrastraba hacia la puerta.
Tefi: No, vamos a llegar tarde. Comemos algo allá. Los queremos – y cerró la puerta.
Por suerte, la escuela de las chicas no quedaba muy lejos, solo unas tres cuadras. Prácticamente corrieron y cuando estaban llegando a sus salones el timbre sonó. Ambas respiraron profundo, no era su primer año ni nada en ese colegio, pero las cosas nunca iban bien el primer día, sobre todo para Kate, que era el bicho raro.
Kate entró en su clase y se sentó al fondo, en el lugar que siempre tomaba en sus nuevas aulas, pero se llevó una gran sorpresa, George Shelley, el chico “malo” del colegio estaba sentado en el asiento de junto. Ella no quería cruzar palabra con nadie, y menos con él, así que buscó con la mirada otro lugar, pero no lo encontró.
Xxx: Señorita Parker, siéntese por favor – todos en la clase se giraron a verla, bien si quería pasar inadvertida, lo que menos había logrado era eso.
Y para empeorar la situación, el único asiento que tenía libre y cerca era al lado de George, suspirando con cansancio se sentó al lado del “chico malo”. Lo miró de reojos y él ni se movió al sentir que ella se sentaba a su lado, bien por lo menos lo iba a tratar mal, ni siquiera creía que la fuera a tratar, él no hablaba con los extraños. Además tenía puestos sus auriculares, y la capucha de su musculosa.
La profesora de literatura empezó con su clase, ella prestaba atención y tomaba nota en su cuaderno. Kate no era la típica nerd, pero si le gustaba mantener sus calificaciones, no quería darles disgustos a sus padres con malas notas en los exámenes y menos comportándose como una desquiciada. La profesora Terry había hecho una pregunta sobre el romanticismo, a la cual Kate sabía la respuesta.
Terry: Señor Shelley, ¿podría por favor, sacarse la capucha? – sonaba a pregunta, pero todos sabían que era una orden. Toda la clase se giró hacia nuestro banco y yo no sabía de qué color estaba, pero estaba muy avergonzada.
George ni siquiera se movió, claro tenía sus auriculares puestos. Lo codee y él me miró de mala forma. Con mi lapicera señalé a la profesora que lo miraba con su peor cara, y él revoleando los ojos se sacó los auriculares.
George: ¿Qué pasa? – preguntó de lo más natural
Terry: Castigo por una semana – sentenció la profesora, y como si estuviera acostumbrado a esto, tendió la mano para tomar le papel que la profesora le iba a dar.- y sáquese la capucha. No voy a tolerar estas cosas en mi clase, si se quieren llevar la materia y repetir el año es cosa suya, pero nada de aparatos electrónicos en mi clase – extendió la mano y George la miró a los ojos- deme su aparato.
De mala gana sacó los auriculares, que estaña dentro de su musculosa y sacó el MP4 de su bolsillo, le entregó todo a la profesora, y esta siguió con su clase.
Kate estaba anotando los ejercicios que la profesora Terry había puesto en el pizarrón, hasta que sintió la mirada de George clavada en ella. Se estaba poniendo extremadamente nerviosa y parece que a él le hacía gracia, porque Kate escuchó como se reía. Ella respiró profundo y se propuso a no darle importancia, iba a seguir con sus cosas, hasta que sintió su rodilla chochando contra la de ella y lo miró sorprendida. Él tenía una sonrisa de oreja a oreja y no dejaba de mirarla.
Kate: ¿Cuál es tu problema? – preguntó con voz dura, que hasta la sorprendió a ella.
Kate no solía hablar con nadie que no fuera del círculo de amistades de su hermana, o simplemente su familia. Se sorprendió mucho al darse cuenta que le había hablado a un completo extraño, alguien a quien en su vida había visto, o compartido clases con él.
George: Veo que tenes carácter. Y que no es cierto que no hablas con personas que sean de tu círculo íntimo – dijo acercándose a ella y ella retrocedió de golpe ¿qué le pasaba? ¿Ahora todo el mundo sabía de su situación?
Decidió no darle importancia, no se iba a meter en los juegos de los demás, ella tenía su vida y estaba bien con eso. Hasta le final de la clase él no dejó de mirarla, ni un solo segundo. Ella estaba completamente irritada, cansada de que la tomaran como punto, ella no era el juguete de nadie.
Al sonar el timbre corrió hasta el aula de su hermana para hablarle de lo que había pasado con George, pero al entrar en su aula ella no estaba, lo cual era raro porque Tefi siempre la esperaba para ir juntas a la cafetería, y más en un día como este que no habían desayunado. Le preguntó a una de las amigas de Tefi y le dijo que la había visto en el baño.
Kate corrió buscando a su hermana, presentía que algo no iba bien. Estaba por llegar al baño y chocó contra alguien, haciendo que sus cosas quedaran por todo el pasillo. Juntó sus cosas rápidamente y cuando trató de levantarse su voz la hizo quedarse donde estaba y mirar fijamente a la persona con la que se había chocado.
