7° Cap. ¿George?

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Capítulo 7

George se había mudado por tercera vez en menos de un año de casa. Los negocios de sus padres eran un poco… difíciles. No les permitía estar en un mismo lugar todo el tiempo, pero él les había puesto la conclusión de que siempre iría al mismo colegio, no quería pasar por veinte colegios distintos para terminar sus estudios. Lo bueno era que los negocios de sus padres no lo hacían viajar de ciudad en ciudad, o a otros países, solo, de vez en cuando, pero concurría o su padre o madre, pero cambiarse de casa todo el tiempo era algo frustrante para él.

Su padre se había ido de viaje y su madre estaba en la empresa, él había llegado del colegio y había cocinado su propio almuerzo, ya estaba acostumbrado a estar solo.

Miró un rato la televisión y como no había nada interesante subió a su habitación, no sabía para hacer qué precisamente, pero subió.

Miró por la ventana a la casa de sus vecinos, y se sorprendió al verla a Kate sentada al lado de la pileta. La chica “rara” del colegio, él había estado con ella esa misma mañana y no le parecía rara, ella se defendió cuando él la miraba sin parar y hacía sus deberes como una persona normal. Tal vez las historias que circulaba sobre ella eran ciertas, pero un poco distorsionadas, pensaba él.

Se la quedó mirando un largo rato, hasta que ella se levantó del jardín y entró nuevamente a la casa, dejando la puerta corrediza que daba al jardín, abierta. Él sonrió ante tal locura ¿qué persona con dos dedos de frente deja la puerta abierta? Después pensó que tal vez ella planeaba salir otra vez, pero esperó unos minutos y ella no volvió a salir. Levantó la vista, y daba la casualidad que su habitación daba justo a la de ella. Kate estaba en su escritorio con la computadora, haciendo sus deberes, él volvió a sonreír ¿qué le pasaba? La observó todo el tiempo, no podía sacar su mirada de ella, era como si estuviera hipnotizado, y no entendía porque le pasaba eso. La vio levantarse y caminar hacia la puerta, entonces recordó que su mamá le había dicho esa mañana que había un a pequeña puerta de madera que juntaba su casa con la de los vecinos. Una idea cruzó su mente.

Bajo corriendo las escaleras y fue hasta la puerta de la que hablaba su mamá, era una puerta que maso menos le llegaba la cintura, fácil de saltar, pero él prefirió abrirla. Aunque no había sido la mejor idea, porque rechinó, se notaba que no se usaba hacía años. Caminó por el jardín se su nueva vecina y entró en la cocina por la puerta que ella había dejado abierta. La vio servirse jugo en un vaso y sonrió.

George: Hola -notó como todos los músculos del cuerpo de Kate se tensaban. Después de unos cuentos segundos se dio vuelta y al verlo ahí parado con una gran sonrisa soltó el vaso- Hey, tranquila no voy a hacerte daño – le aseguró

Kate: ¿Qué, qué hace acá? – tartamudeó nerviosa

George: Quería conocerte un poco más – dijo con indiferencia levanto los hombros

Kate: No tenes porqué estas acá, andate. Mis padres están arriba – mintió para que él se fuera.

Ella no lo conocía, no sabía nada de él, solo que lo apodaban “el chico malo del colegio” y eso no la estaba ayudando en absoluto. Quiso correr y esconderse, pero la forma en la que él la miraba la estaba intimidando y le daba mucho miedo, pero además de eso lo que la asustaba también, era que podía tener una conversación con él ¿POR QUÉ CON ÉL? Se gritaba ella misma.

George: Se que no es cierto bonita, tus papás no están en la casa, ni tu hermana. Estas sola e indefensa – ese comentario helo la sangre de Kate- pero ya te dije – dio un paso hacia ella, y ella hubiera retrocedido, pero no podía porque detrás de ella estaba la barra de la cocina- no voy a hacerte daño. Solo quiero mostrarte lo que pasa si dejas las puertas abiertas, cualquier loco podría entrar y… secuestrarte – susurró.

Ella miró sobre el hombro de George y era cierto, había dejado la puerta que daba al jardín abierto. Idiota, se susurró en su mente y volvió su vista a él ¿él estaba insinuando que la quería secuestrar? Las cosas se le estaban yendo de las manos, y su pulso cada vez aumentaba más.

Kate: Ya me demostraste lo que puede pasar, ahora por favor andate- trato de que el terror que tenía no se reflejara en su voz, pero eso era casi imposible. George sonrió

George: También vine por otra cosa – su sonrisa se borró en un instante y Kate ya no podía soportar lo que estaba pasando. Intentó correr, pero ninguna de sus piernas le respondían- vine a buscar los apuntes de lengua – soltó por fin y ella soltó el aire, que sin darse cuenta estaba conteniendo- ya te dije que no iba a hacerte daño ¿por qué creerías algo así?

Kate: No te conozco, no sé quien sos, solo sé tu nombre y entras a mi casa, como si fueras un ladrón y decís palabras como “secuestro” “estas sola e indefensa” ¿qué pretendes que crea? – casi gritó.

Ahora, ella sabía que él decía la verdad, no tenía cara de secuestrador y mucho menos de abusador, no entendía bien el porque pero confiaba en él, y por otro lado se aliviaba de que él estuviera ahí solo para pedirle los apuntes, tomó una nota mental de cerrar la puerta de jardín.

George: Tenes razón, es un punto para vos – Kate lo miró desentendida- ¿me vas a dar los apuntes? – preguntó con una media sonrisa.

Ella lo miró entornando los ojos y él amplió su sonrisa. Terminó por rendirse con un largo suspiro.

Kate: Los voy a buscar, están arriba. No quiero que toques nada – le advirtió señalándolo con su dedo índice y él levantó la manos en señal de “no voy a hacer nada malo”

Fue hasta su cuarto casi corriendo, que algo dentro de ella confiara en él y en sus palabras, no significaban que todo dentro de ella confiaba en él. Sabía que no era un secuestrador ni abusado, pero ¿y si era un ladrón? Agarro sus apuntes rápidamente y bajó hacia la cocina, pero él no estaba. Frunció el ceño y fue al comedor, ahí estaba él, viendo los marcos con fotografías que había sobre la chimenea.

Kate: Creo haberte dicho que no tocaras nada –dijo ella, y él se sobresaltó y dejó la foto de su hermana y ella, que estaba mirando.

George: Lo siento, me llamó la atención este lugar ¿Dónde es?

Kate: Egipto –contestó entregándole los apuntes- los quiero mañana devuelta ¿esta bien? – él asintió y la miró a los ojos. ¿Qué rayos estaba pasando con él? Ella no sacó su mirada de la de él por unos cuantos segundos, y después reaccionó- ya tenes lo que viniste a buscar, ya te podes ir. Y gracias por el consejo – dijo con ironía. George todavía estaba parado mirándola, era más fuerte que él sin duda- George, te dije que ya te podes ir – dijo un poco irritada y él asintió. Se pararon los dos en la puerta y él todavía la miraba, eso la incomodaba por completo, nunca nadie le había hecho eso, salvo él en la mañana y ahora- ¡YA! – Gritó y él ni siquiera se movió- ¡Deja de hacer eso! – Volvió a gritarle, pero él seguía haciéndolo- ¡Andate! – le gritó y tomó su brazo mientas con la otra mano abría la puerta. Cuando él por fin estuvo fuera ella se apoyó en la puerta ¿por qué la intimidaba tanto su mirada? ¿Y porqué él estaba empecinado en mirarla de esa forma? Sintió que alguien tocó la puerta y suspiró frustrada - ¡Te dije que…! – pero se quedó callada al abrir la puerta y ver que no era precisamente George el que estaba del otro lado

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Nuevo personaje! :33

"Mi Castillo Dorado-Nialler & Tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora